Capítulo XI

4.9K 504 2
                                    

Capítulo XI

    Richard sentía que la vida se le iba cada día sin saber de Brooke. Sabía que el dolor que le había ocasionado había sido inmenso. Sin embargo, sentía la necesidad de perdirle perdón y redimirse ante ella.

   La seguía amando como jamás había amado a alguien, aunque era consciente que no era digno del amor de ella.

    Y una noche mientras Michelle jugaba con Adam, el hijo de Kate, alguien tocó a la puerta.

_ Debe ser Kevin que ha venido por nosotros._ expresó Kate al levantarse_ No te levantes, yo iré a abrirle…

   No obstante, nadie esperaba aquella sorpresa que les esperaba a abrir la puerta. Kate mucho menos; ella había abierto la puerta pensando que quien tocaba era Kevin.

_ ¡Señor Graham!_ expresó sorprendida al verlo, mientras Brooke se levantaba enojada de la mesa, al verlo en la puerta de su casa.

_ ¿Qué haces aquí? ¿Quién te dijo en donde vivía?_ preguntó en un tono lleno de indignación. Se sentía tan molesta.

_ He venido a hacer lo que debí hacer desde un principio. Vengo a pedirte perdón por…

_ Voy a la habitación de…_ dijo Kate y luego hizo silencio al ver la mirada de su amiga_ Permiso…

_ No necesito escucharte, así que es mejor que te vayas… Tú estás muerto para mí ¡Sal de mi hogar!... – dijo al verlo dentro de su casa.

_ Sé que te hice daño y que no merezco tu perdón. Pero te juro que estoy arrepentido… que te he buscado tanto, para arrodillarme ante ti y para suplicarte que me escuches ._ le expresó Richard, mientras se arrodillaba frente a ella_ Vengo a desnudar mi alma y a mostrarte quien soy…

_¡Que cínico eres! ¿Crees que después de todo lo que me hiciste te voy a perdonar? Vete de mi casa… no quiero saber nada de ti. Ni siquiera me interesa saber cómo me encontraste… ¡Estás muerto para mí! ¿Acaso no lo entiendes?_ le expresó sin inmutarse en lo más mínimo, con un tono de voz moderado para que Michelle no escuchara aquella conversación.

_ He vivido sumergido en una inmensa soledad y en una fría lejanía desde que te perdí, por estúpido. Perdí mi cielo cuando te perdí. Brooke, que tengo el corazón rasgado que ya no se lo que entiendo.

_ ¿Y qué quieres que haga? ¿Qué sienta compasión por ti?... ¿Acaso tú la tuviste cuando me heriste sin el mínimo consentimiento?_ le dijo irónicamente.

    En aquel instante, Richard observó con detenimiento su rostro y su aspecto. Era tan distinta a la dulce Brooke que él había conocido accidentalmente; que sentía tanta rabia consigo mismo al verse culpable de todo aquello.

_ Por favor, vete de mi casa…_agregó al acercarse a la puerta, al mismo tiempo, en que empezaba a toser. Afuera hacía mucho frío y sentía aquella fría brisa en cada poro de su piel mientras se detenía con firmeza en aquella puerta.

_ Déjame, por lo menos ayudarte. Déjame remediar lo que hice._ le expresó Richard al levantarse y colocarse frente a ella.

_ No necesito tu dinero, ni tu ayuda… no necesito nada de ti. Solo que te olvides de que alguna vez existí._ le dijo y empezó a toser con más fuerza aunque no quería hacerlo. No quería verse frágil delante de él.

    Ante aquellas palabras, lo que tanto quería evitar que sucediera, sucedió, sin poder evitarlo o impedirlo.

_ ¡Mami, mami! Tía Kate no me… ¿Papá?_ expresó Michelle con asombro, mientras se detenía al ver a Richard.

   Ella no esperaba conocer a su padre. Su madre siempre tenía un miterio cada vez que ella le preguntaba sobre él. Y esa noche, había salido corriendo de su habitación al ver que Kate mantenía un misterio con ella.

   Él la observó con más asombro. Era la primera vez que sus ojos la contemplaban y la primera vez que le escuchaba decir esa palabra… “Papá”.

    ¿Era su hija? ¿Cómo era posible que él no supiera aquel detalle?

_ Michelle, vete para tu cuarto. Este señor no es tu padre… ¡No lo es!..._ dijo y se acercó más a aquel hombre que ella había amado en el pasado_ Vete, por favor…_ le suplicó seriamente_ Si alguna vez me amaste, aléjate de mi para siempre.

_ ¿Es mi hija?_ le preguntó en un tono más bajo mientras le miraba a los ojos, deseando tanto escuchar que sí.

_ Estoy muerta para mí… No lo olvides. Nunca existí… ¡Vete!

   Ante aquella respuesta y ante u actitud, dejó de insistir. Estaba tan herida que sus ojos se lo hicieron ver. Las palabras “te perdono” estaban tan lejos de sus labios como un lugar desierto a la civilización.

   Era imposible cambiar todo aquello.

   Brooke cerró la puerta de un golpe mientras trataba de contener las lágrimas producto de la rabia y la impotencia que sentía. Michelle la miraba sin entender nada, mientras Kate se acercaba con Adam, apenada por no poder detener a su hija. Ella se le había escapado con ese ingenio infantil que la caracterizaba.

_ Mami… 

_ Era un vendedor… un vendedor._expresó con desgana al tomarla en sus brazos, al mismo tiempo, en que le decía a Kate, con la mirada, que no se preocupara, entendía que ella y Kevin eran inocentes de todo aquello.

LejaníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora