My Sugar Baby. [L.L.MxJ.J.K] [리사x 정국]

Capitulo 11

Lalisa Manoban.

Me desperté de un bonito sueño, gracias a un calor infernal, gotas de sudor por todas partes, al levantarme, ajusté mi vista y estaba dentro de un auto, con una sudadera encima.

Las ventanas estaban cerrada, y el calor era aturdidor, tenía los pies húmedos y no tenía mis tacones puestos. Recordaba todo, desde mis preguntas idiotas, hasta cuando me perdí.

Salí del coche, el exterior de la casa estaba repleto de camionetas, cables y una pequeña carpa. Bajé del coche, y al tocar el asfalto hirviendo comencé a dar saltos hasta llegar a la puerta de la casa, intente abrir la puerta pero no abría, comencé a golpear la puerta una y otra vez.

Hasta que salió su manager, que tenía un par de audífonos y una tabla en sus manos.

—Ya despertaste. —dijo él, que no apartaba la mirada de aquella tabla. —¿Qué está sucediendo? —pregunte, viendo a todas las personas que caminaban de un lado a otro.

—Kook te estaba buscando. —dijo su manager, tomando mi hombro. —De hecho iba a hablar con él, pero ¿qué está pasando? —pregunté otra vez.

—Estamos grabando un episodio para Me, myself and Rockets, es un programa de variedades donde Kook, está con otras celebridades o solo él, haciendo cosas diferentes. —dijo su manager, soltando mi hombro.

—Y, ¿quién está aquí hoy? —pregunte, mirando por encima de su hombro. —Nadie sólo es Kook. —dijo su manager, que estaba apunto de irse. —Por cierto, necesito que vengas conmigo, te veo abajo en... ¿15 minutos? —preguntó él, a lo que asentí sin cuestionarme mucho.

Subí las escaleras hasta mi habitación, entre y cerré la puerta me recosté sobre mi cama, y me quedé observando el techo, cuestionándome todo lo que me estaba pasando, desde el noviazgo falso hasta el contrato.

Pero interrumpieron mis pensamientos unos cuantos golpes en la puerta.

—¿Lisa?, ¿estás ahí?. —dijo Jungkook, tocando la puerta. —Dime —dije sacando la cabeza por la puerta. —¿Estas bien?, lo siento mucho, no quería despertarte ayer, lamento haberte dejado en el coche. —se disculpó Jungkook.

—No pasa nada, ¿no deberías estar grabando? —pregunté, abriendo por completo la puerta. —Están revisando la última toma. —respondió Jungkook que escondía algo detrás de su espalda.

—¿Puedo ayudarte con algo más o necesitas algo.? —pregunté un tanto fría, pero sólo quería cambiarme. —Soy un imbécil, no es un buen momento, lo siento. —dijo Jungkook, que comenzó a caminar hacia las escaleras.

—Jeon, lo siento, no era mi intención. Lo siento. —dije un poco avergonzada, no era para nada mi intención hacerlo sentir mal. —Solo quería darte esto. —dijo Jungkook, revelando lo que llevaba detrás de él.

Era un plato redondo de comida, pero no se alcanzaba a ver qué era. —Te traje esto. —dijo Jungkook, estirándome el plato, que estaba repleto de fresas con un glaseado transparente y un olor cítrico.

Al verlas mi corazón se detuvo. —¿S-Son fresas... maceradas.? —pregunté torpemente, contemplando aquel plato de bellas y brillosas fresas. —Así es. —dijo Jungkook, con una sonrisa tierna, parecidos a los dientes de un conejo. —¿Cómo los supiste? —le pregunté otra vez.

—Un mago nunca rebela sus secretos. —dijo Jungkook, guiñándome un ojo. Tomé una de las fresas y al probarla, inevitablemente una lagrima salió de mis ojos, eran idénticas a las que mi abuela solía preparar, eran ácidas pero a la ves eran dulces y refrescantes.