perfección defectuosa (2) - harry potter

capítulo 16: punto de quiebre

La sangre desapareció del rostro de Draco mientras permanecía congelado como un ciervo en los faros. Harry agarró la bolsa con una mano y el brazo de Draco con la otra y lo metió en el armario. Silenciosamente tiró de la puerta para cerrarla detrás de ellos justo cuando escucharon la puerta del dormitorio de Draco abrirse de golpe.

Harry empujó a Draco hacia la esquina trasera del armario. Sacó su capa de invisibilidad y la cubrió con ella, asegurándose de que cubriera completamente sus formas sentadas.

"El pequeño bastardo traicionero," siseó Lucius seguido por el sonido de un vidrio rompiéndose. Harry pudo oír cómo se abrían los cajones y el papel crujía.

"¿Entonces es un dragón con ojos rubí?" preguntó alguien más.

"Ojos esmeralda, imbécil. Revisa su escritorio," ladró la voz de Lucius. De repente, la puerta del armario se abrió de golpe. Harry tapó la boca de Draco con la mano antes de que pudiera gritar. Draco estaba temblando como loco, pero Harry no sabía qué podía hacer para calmarlo en ese momento.

Lucius comenzó a tirar cosas de los estantes, abriendo cada caja y tirando el contenido.

"¿Realmente vale la pena Lucius?" preguntó una voz nerviosa. "¡El ministerio podría aparecer en cualquier segundo, o peor aún, la Orden!"

"Ese es el propósito de la distracción que establecimos en Little Hangington. La Orden no estará aquí porque actualmente están ocupados lidiando con la actividad de los Mortífagos allí", se burló Lucius como si hablara con un grupo de idiotas.

"Podría haber hechizos de activación para hacerles saber que estamos aquí".

"Lucius, tal vez deberíamos irnos."

"No podemos encontrarlo".

"Sigue mirando," gruñó Lucius. "Quiero ese amuleto".

Harry miró inquisitivamente a Draco, quien temblorosamente sacó una cadena plateada de su camisa. El colgante que colgaba de la larga cadena alrededor del cuello de Draco era un dragón cuyos ojos esmeralda parecían brillar levemente. Los ojos de Harry se agrandaron. Los dos se miraron a los ojos, cada uno viendo miedo en los del otro.

"Lucius, ¿estás seguro de que está aquí?" preguntó una voz profunda.

"Crabbe, dijiste que tu hijo no ha visto a Draco con él. Draco no tenía idea de lo que hace el amuleto y no estaba demasiado impresionado con el regalo, así que probablemente lo tiró a algún lado con el resto de los regalos que no le gustaban. No apreciaba las galas ", dijo Lucius con irritación.

Se volvió hacia los dos chicos acurrucados y se acercó a ellos. Acercaron las piernas a sus cuerpos lo más posible y contuvieron la respiración mientras el Malfoy mayor se acercaba. Draco agarró el antebrazo de Harry con tanta fuerza que fue doloroso. El rubio temblaba tan fuerte que Harry temía que la capa se cayera.

Lucius se detuvo a escasos centímetros de los pies de los niños y comenzó a examinar las cosas en el estante encima de ellos.

Ambos chicos se taparon la boca con las mangas con la esperanza de que el hombre que estaba tan cerca de ellos no escuchara su respiración de pánico. El corazón de Harry latía con tanta fuerza que estaba casi seguro de que el Malfoy mayor lo oiría.