SHOTO ESTÁ ENAMORADO

Tortilla de harina

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Verde. Todo lo que recordaba era un hermoso verde, como las copas de los frescos árboles de los bosques.

Shoto se encontraba viendo el blanco techo de su habitación de hotel, su nariz algo roja por el ligero resfriado le recordaba que efectivamente no estaba alucinando a la persona que vio anoche.

Esmeraldas, bellas joyas esmeraldas que resplandecían tanto que las estrellas envidian su brillo.

Constelaciones, podía formar constelaciones en las pecas esparcidas por la blanca piel de su rostro.

En medio de su cama, acostado tal cual estrella de mar, Shoto se preguntaba; ¿Qué es esto que siento?.

Probablemente su resfriado tenía parte que ver, más el cachorro al lado suyo le miró diciéndole: "no estás loco".

Excelente, ahora podía hablar con los animales.

_ Shoto, cariño ¿Estás bien? _ La albina mujer entró con cuidado de no hacer mucho ruido a la habitación.

_ Si mamá, solo es algo pasajero _ Trato de convencerse a sí mismo.

_ Oh cariño, no debiste sal- ¡Oh, oh! _ Fue interrumpida por un adorable cachorro, que prácticamente saltó hacia ella desde la cama en cuanto se acercó.

_ Ay no, discúlpalo por favor _ Shoto al ver lo que el animalito había hecho, rápidamente se paró intentando quitarlo de encima de su madre.

_ No descuida, es un cachorro adorable _ Reí terminó acaparando al pequeño entre sus brazos, el cual gustoso por las caricias lamía con cariño el rostro de la mujer.

Aquel gesto hizo a Shoto sonreír con genuino cariño, atesorando la imagen que tenía enfrente de él, en lo más profundo de su corazón.

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_ Está delicioso _ Fue lo único que dijo para seguir comiendo despreocupadamente.

Rei sonrió viendo como su hijo comía la soba que había preparado hace minutos, el cachorro dormía en su regazo mientras ella lo acariciaba suavemente.

_ Ahora me dirás, ¿De dónde salió esta cosita adorable? _ Si, el cachorro es muy tierno pero no sabía cómo había llegado a la cama de su hijo. No creía que el cachorro entró por la ventana, a un cuarto que estaba en un 10° piso.

_ Lo encontré anoche, estaba abandonado en una caja de cartón en el callejón de al lado del hotel _ Respondió el pelirrojo.

_ ¿Lo adoptaste? _ Rei pregunto algo incrédula, si bien Shoto no es malo con los animales, más de una vez había ayudado a muchos de ellos en situación de calle, nunca había decidido quedarse con uno.

_ Si.

_ ¿Puedo saber el porqué?.

_ Una tortilla de harina me incitó a hacerlo.

¿Una qué?, Rei quedó como al principio.

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_ Así que eres Norfolk Terrier, nada mal cosita preciosa _ Rei que estaba sentada junto a su hijo, halago al cachorro en sus piernas y recibiendo como respuesta un movimiento de cola feliz.

Shoto seguía mirando la escena con ternura, maldijo en su mente al no saber dónde había dejado su teléfono. Justo ahora podría estar reventando la memoria de su móvil, con mil y un fotos de su mamá y el nuevo integrante de la familia.