Resolución

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-T-

Con... ¡con el amo Niall! —pensó escandalizada abriendo sus ojos como platos para después sentir como todo su ser se helaba.

—¿Gemma? — Preguntó la morena al notar como el cuerpo de su amiga se tensaba de repente. —¿estás bien? estas pálida. — pregunto gimoteando

—Sí, no te preocupes. Yo le preguntare directamente sobre esto. Averiguare si solo son suposiciones tuyas o si realmente tiene a alguien. — contesto mientras su corazón se llenada de angustia.

— Gracias. —

—Mientras por favor ve a tu habitación y trata de calmarte un poco, mandare a que te lleven un té y después tomas una siesta ¿sí? — acarició delicadamente la cabeza de la joven.

—No sé si pueda dormir con este dolor tan grande en mi corazón, pero lo intentare. — contesto Kendall mientras nuevas lágrimas salían de sus ojos, se separó de la castaña y se dispuso a ir lentamente a su habitación.

Gemma no pudo resistir más y cayó de rodillas sobre el pasto llevando una mano hasta su boca.

—No puede ser, no puede ser. — se repetía una y otra vez negando con la cabeza. — ¡Tengo que averiguarlo ya! — Tomó fuerzas y tratando de encontrar un poco tranquilidad se dirigió a los jardines en búsqueda de su hermano.

Caminaba lo más rápido posible, sus enaguas y la bastilla de su vestido estaban manchadas de lodo y trataba de alzarlas para poder moverse más ágilmente a través de los jardines. Su mirada inspeccionaba toda el área tratando de divisar a su hermano, pero no podía encontrarlo. Después de pasar por todos los alrededores llego hasta el páramo, ahí logro divisar al rizado que se encontraba apaleando la tierra con Max dándole vueltas.

—Harry—Llamo tratando de recobrar un poco el aire antes de continuar.

—¿Si, ocurre algo? — escuchó la voz de su hermano. Se acercó un poco más a él notándolo nervioso por su presencia.

— Hermano ¿podemos hablar un momento? — Preguntó tratando de sonar tranquila.

—Estoy un poco ocupado ¿no podría ser en otro momento? — Esa contestación tan cortante la hizo preocupar, Harry definitivamente estaba tratando de evitarla.

— Es de suma importancia, por favor. — Harry volteó a verla para segundos después asentir lentamente.

Después de quitarse los guantes sucios se dirigieron hacia el jardín de la cúpula que era el más cercano al páramo, en el camino el menor no hablo o le dirigió la mirada. Pronto llegaron y se sentaron en una de las bancas. Gemma noto la marca en el cuello de Harry era inevitable su piel la hacía resaltar perfectamente.

Era como si hubiese sido hecha apropósito.

—Harry, Kendall está muy triste. Yo te dije ayer lo que ella tenía planeado ¿qué fue lo que sucedió? — preguntó la joven aun con la esperanza de que todo fuese un malentendido.

—No lo sé, simplemente me abofeteo sin decir nada y salió corriendo— contesto Harry con desasosiego.

—¿No tendrá que ver con la marca que tienes en el cuello, Harry? — El rizado se tensó al escuchar esto e inconscientemente llevo una de sus manos hasta la marca, Gemma tenía una mirada de preocupación y molestia en su rostro, como cuando eran pequeños y lo reñía cuando hacia travesuras.

—Yo...— el menor no sabía que decir, tenía el rostro contraído y jugaba con sus manos.

—No me habías dicho que tenías a alguien. ¿Por qué? — Harry permanecía en silencio, su cara mostraba seriedad, lo cual preocupo un poco más a Gemma que se esperaba más bien un gesto de preocupación, culpa o arrepentimiento por parte de su hermano.

El Jardín de los Secretos n.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora