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Gemma aun recordaba la alegría de ver como el irlandés abría los ojos lentamente saliendo del letargo de la enfermedad, mostrando sin embargo unos ojos faltos de vida.
Tuvo que pasar un mes más para que el doctor descartara por completo el óbito, ya que Niall no había vuelto a presentar nuevas fiebres o sangrados, además de que el rubio había confirmado leves movimientos fetales producto de la vida aun creciente en su vientre.
En cambio, el era un asunto aparte. Comía muy poco, lo que le había provocado bajar de peso, se encontraba pálido, ojeroso y apenas hablaba. Ni siquiera con Gemma se atrevía a vocalizar más que escuetos monosílabos.
Gemma se quedaba con el todo el tiempo que podía, pero había momentos en que ella tenía que dejar a otra persona a cargo, lo que provocaba que Niall reaccionara de manera violenta arrojando objetos y tratando de huir hacia los jardines.
La joven a un recordaba la noche en la que el cansancio la venció y se quedó en un profundo sueño, despertó por impulso de un mal presentimiento, cuál sería su sorpresa, no encontrar a Niall en la cama, rápidamente se levantó con la intención de ir a buscarlo en los jardines pero una luz proveniente de la habitación continua la hizo dirigirse aquel lugar.
Al entrar se encontró con el rubio en medio de la noche fría con apenas un camisón, trepado en la losa de piedra del balcón, rápidamente se acercó tratando de no hacer ruido, hasta que lentamente llego hasta él y de un solo movimiento lo atrapó de la cintura jalándolo hacia atrás, provocando que cayeran al duro piso del balcón.
—¿Niall, qué hacías ahí?— pregunto jadeando del susto. Sin embargo, la respuesta nunca llego.
La joven había escrito a Harry, pero habían transcurrido dos meses y no había habido respuesta de parte del rizado. La situación se estaba saliendo de control.
—Niall, el conde quiere tomar una foto tuya en cinta. — informo tomando a Niall de la mano.— Yo le he dicho que ni siquiera se te nota aun la barriga como para hacerla, pero él insiste en querer hacerte todas las posibles fotos de aquí al nacimiento.—
El menor solo aparto la mano y se recostó de lado dándole la espalda a la castaña.
—Niall, sé que es difícil pero conoces al conde no se dará por vencido con su capricho.— Sin más se levantó de la cama como si fuera un muñeco, Gemma le preparo el baño y lo dejo solo, si algo había notado la joven era que a Niall le molestaba que alguien lo viera desnudo, así que siempre optaba por darle su espacio.
Al salir lo ayudo a ponerse el traje buscando no apretarle demasiado para, según ella, no lastimar al bebe. Al acabar se dio cuenta de que a pesar de la apariencia enfermiza, Niall seguía siendo muy hermoso.
Cuando llegaron abajo Zayn y Louis ya los esperaban junto con un camarógrafo. El conde lo recibió con un efusivo abrazo el cual no correspondió y lo acompañó hacia una banca donde se sentó junto a él.
—Creí que sería solo una foto de Niall — Comentó la castaña.
—Saldrá en el periódico local. — Respondió Zayn— Louis quiere que la sociedad se entere del próximo nacimiento de su heredero.—
— Es un poco exagerado...— murmuro inconforme la joven.
—Son sus deseos. Tu opinión aquí es irrelevante.— Contestó con un tono frio y tajante provocandole un escalofrió.
(...)
—¿Qué hago Harry?— pregunto Gemma mientras acariciaba a Max.
El can se encontraba atento a Niall, quien se encontraba recogiendo bayas silvestres en unos arbustos cercanos. Hacia un frio invernal ya que las nevadas habían comenzado temprano, no obstante, como todos los jueves la joven esperaba al cartero para ella misma recibir la correspondencia con la esperanza de encontrar una carta de su hermano entre el montón.
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El Jardín de los Secretos n.s.
Roman d'amourNiall Horan es un hermoso doncel, que fue entregado en matrimonio por parte de su familia al excéntrico y poderoso conde Tomlinson. Para el pequeño irlandés, el conde solo es un compromiso más que enfrentar en su planeada vida. Sin embargo ¿Qué se...