Era evidente todo desde el principio,
era un espejismo,
cómo pensar que algo así podría pasar, las miradas juegan una mala pasada,
engañan al más frío.Ahí es cuando deseas el frío quemador dentro de ti, que por mucho fuego que le pongas, logre apagar el fuego con la primera gota que cae.
El poder de las palabras son espadas, y en medio de ellas no cualquiera gana la batalla.
Y anda, cómo duele.
ESTÁS LEYENDO
Corazón Coraza
PoetryF R A G M E N T O S. Uno, de muchos. ¡Qué suerte! Me refugie en su pecho, percibiendo el aroma de su piel, abracé intensamente su figura, y olvidé el mundo; ¡Qué suerte! aquí estás, pegadito a mí, haciéndome feliz, abrazándome, con sus brazos for...