Topar con su mirada,
y ver,
que no podía sostenerla al verme fijamente,
Me causaba intriga.
Era curiosa su forma de observar;
mientras me distraía aparentemente,
y hacía mis cosas;
él,
volteaba a verme por un determinado tiempo,
y de repente se hacía el loco.
Su forma de hablar,
era inusual,
al expresarse era prudente,
analítico,
y ingenioso al momento de explicar la vida.
S
u forma de pensar,
era clara,
determinado y persistente.
Sin duda alguna,
él,
podría haber sido el chico perfecto,
pero lo nuestro jamás podía ser.
Porque se marchó,
y nunca más,
lo volví a ver.
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Corazón Coraza
PoetryF R A G M E N T O S. Uno, de muchos. ¡Qué suerte! Me refugie en su pecho, percibiendo el aroma de su piel, abracé intensamente su figura, y olvidé el mundo; ¡Qué suerte! aquí estás, pegadito a mí, haciéndome feliz, abrazándome, con sus brazos for...
