Al despertar, mi almohada me susurró algo al oído, diciendo:
-Quizá sea algo duradero o tal vez algo pasajero, solo arriésgate y vive.
Quizá ocurra un milagro, cuide de ti, y haga embellecer cada día más tu rostro, despertando en ti sonrisas ilógicas.
Quién dice que sea una mentira, tal vez sea verdad; el tiempo te lo hará saber.
Él te hace sonreír, te saca de la monotonía, te hace sentir inusual, solo vive tu momento.
¡Quizá sea algo duradero!
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Corazón Coraza
PoetryF R A G M E N T O S. Uno, de muchos. ¡Qué suerte! Me refugie en su pecho, percibiendo el aroma de su piel, abracé intensamente su figura, y olvidé el mundo; ¡Qué suerte! aquí estás, pegadito a mí, haciéndome feliz, abrazándome, con sus brazos for...