Que bonito saber que tú existes,
todo estaba perdido antes de conocerte,
pero aparecistes tú,
con tu linda forma de ser, sacando lo mejor de mí.
La risa volvió,
los suspiros se tornaron cada vez más profundos y un palpitar suave,
se aceleró en milésimas de segundos; eras tú,
quién ocasionaba ese huracán.
Cuidarte,
apapacharte,
componente poesía,
ahora es un acto melancólico,
porque quisiera abrazarte,
recostarme en tu hombro,
verte,
y poder palpar tus manos,
para sentir que estás aquí,
pegadito a mí.
Te quiero con locura,
o quizás de otras formas,
¡pero te quiero!
y creo que es suficiente que tú lo sepas.
Esto no es atracción física,
esto va más allá que la piel,
que un beso debajo de la lluvia,
esto es un océano sin límite,
que se perdió en aquel abril,
cuando entraste sin avisar,
sin miedos,
ni reproches,
tocaste a la puerta de mi corazón.
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Corazón Coraza
PuisiF R A G M E N T O S. Uno, de muchos. ¡Qué suerte! Me refugie en su pecho, percibiendo el aroma de su piel, abracé intensamente su figura, y olvidé el mundo; ¡Qué suerte! aquí estás, pegadito a mí, haciéndome feliz, abrazándome, con sus brazos for...
