Es inevitable dejar de quererlo,
si por él mis mañanas son cargadas de felicidad.Entender que en medio de sus ocupaciones está dispuesto a hablar unos minutos conmigo.
¡Como le explico que le quiero¡
si está lejos,
y tan solo decirlo no me basta, necesito su presencia,
y esos ojitos tiernos,
tan solo tenerlo aquí,
para sentir esos nervios que me ocasiona al verle.Confieso que estoy perdiendo la cordura,
y esto apenas está empezando,
tanta belleza interior,
me conquista.Indudablemente extraño su compañía.
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Corazón Coraza
PoetryF R A G M E N T O S. Uno, de muchos. ¡Qué suerte! Me refugie en su pecho, percibiendo el aroma de su piel, abracé intensamente su figura, y olvidé el mundo; ¡Qué suerte! aquí estás, pegadito a mí, haciéndome feliz, abrazándome, con sus brazos for...