➳ Choi Huening Jungwon es un joven omega quien, desde muy cachorro, ha luchado por su sueño de ser modelo, aspirando por ser el rostro de algunas de las marcas conocidas a nivel internacional.
─Un día, una gran oportunidad se le es dada por viejas...
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─Eso es Yeeun, recuerda mover ligeramente tu cintura una vez tengas tus manos sobre ella, así te verás más esbelta cuando camines en pasarelas. ─la cachorrita peli negra asintió, sonriéndole al omega quien correspondió dulcemente con el mismo gesto─. Eso es todo por hoy, nos vemos pronto mis niños. ─los infantes empezaron a despedirse de él con simples movimientos de manos o con abrazos rápidos.
Se retiró del aula y se dirigió hasta los pasillos en donde se encontraban los casilleros buscando el suyo propio, una vez dió con éste, tomó su mochila y empezó a llenarla con sus pertenencias para poder dejar aquel instituto de modelaje, sin embargo el sonido de unos pasos lo detuvo de seguir caminando, se trataba de su mayor, Yuna, una beta quien se encargaba de enseñar a los más pequeños el arte de las pasarelas.
─Hey Wonnie, muchas gracias por cubrirme con mis estudiantes, tuve una reunión de imprevisto con la directora. ─le sonrió felizmente y le dió un abrazo al omega, sorprendiendolo por aquel acto pero colocando sus brazos alrededor de ella.
─No es nada Yuna noona, siempre estoy encantado de ayudarle.
─Supongo que ya debes de retirarte, nos vemos luego, recuerdale a Kai oppa todavía me debe una tarta de frutas.
El peli negro rió, asintiendo con la cabeza─. Lo haré, hágame llegar mis saludos a Chaeryeong noona y a la pequeña Jayoon. ─ambos separaron el abrazo y con ello Jungwon comenzó a caminar hasta su hogar.
La brisa fría que aportaba la estación de otoño se calaba en cada fibra de él, el sonido de los vehículos que pasaban parecía ser una orquesta desordenada y el cielo estaba teñido de tonos azulados y anaranjados dándole una hermosa vista. El trayecto hasta su hogar era relativamente corto y a los minutos ya se hallaba tocando el timbre de su casa, la puerta fue abierta por su padre alfa, Soobin, quien lo saludó con un beso en la mejilla mientras ambos pasaban dentro del lugar. El omega peli negro divisó a su padre omega, Huening Kai, hablando con un alfa y su omega, de los cuales sus rostros se les hacían familiares.
El omega parecía ser un muñeco de porcelana, sus ojos amarronados parecían tener miles de estrellas dentro de ellos al mirar al alfa, su mandíbula era simétrica al igual que su nariz y sus labios rosados destacaban como sus mejillas sonrosadas. El alfa era igual e inclusive aún más bello que el omega, ojos pequeñitos como los de un zorro, nariz respingada, labios abultaditos y mejillas grandes. Huening Kai notó el aroma a frutos del bosque y a miel que correspondía a su hijo, se levantó de su lugar para acercarse a él y hacer que lo acompañase con la pareja, no sin antes saludarlo y preguntarle cómo fue su día.
