➳ Choi Huening Jungwon es un joven omega quien, desde muy cachorro, ha luchado por su sueño de ser modelo, aspirando por ser el rostro de algunas de las marcas conocidas a nivel internacional.
─Un día, una gran oportunidad se le es dada por viejas...
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─Jungwonnie, acércate un poco más a Yeonjun-ssi y a Kai, Beomgyu y Soobin hyung están perfectos y Shuhua, ¿Dónde está...? ¡Shushu, deja de besar las mejillas de Soojin noona por un instante y ven acá! ─chilló frustrado Mark, un jóven beta extranjero de cabellos azulados quien había sido contratado para la sesión de fotos anual de la familia Choi & Choi.
Tres personas habían sido incluidas en esa pequeña pero amorosa manada, a los cuales no dudaron en invitar a su edición de ese año: Jungwon y sus padres.
A los pocos meses de estar saliendo, Jungwon y Riki habían formado una de las más hermosas uniones que la madre Luna había podido apreciar. Formalizaron lo que sentían uno por el otro rápidamente al cumplir seis meses de relación, alegrando a sus seres queridos que siempre habían deseado lo mejor para ambos. Sus fanáticos, en cambio, en un principio estuvieron reacios a la idea de su noviazgo, obtuvieron muchísimos comentarios de odio hacia ellos, hasta que un tiempo después comenzaron a apoyar su amor sin importar las circunstancias.
Luego de haber escuchado los quejidos del beta mayor, la beta de cabellos oscuros se acercaba nuevamente hacia ellos, siendo tomada de la mano por la alfa peli negra de mejillas ligeramente regordetas que acariciaba con su mano libre la marca que adornaba el cuello de su destinada. Mark les indicó ─por cuarta vez─ las posiciones que ocuparían y una vez acataron sus órdenes, y con ayuda de un omega chino de cabellos blancos y negros, empezó a fotografiarlos, sonriendo en cada toma que obtenía.
Al obtener una cantidad aceptable de fotos, prosiguió a realizar fotografías de las parejas, desde Beomgyu y Yeonjun, siendo seguidos por Soobin y Huening Kai ─quienes provocaron miles de carcajadas en los presentes por ser inexpertos en el área del modelaje─, luego de Shuhua y Soojin y culminando con la reciente pareja, quienes caminaban hacia donde estaba el fondo de un blanco monocromático para terminar con la sesión de fotos.
─Primeramente, una fotografía abrazados. ─asintieron al unísono y Riki, tímidamente, dirigió sus manos hasta la cintura delgada del omega, el cual colocaba sus brazos alrededor del cuello de su mayor, se acercaron un poco más, chocando sus frentes torpemente, acción por la cual reían avergonzados, ganándose una mirada cargada de ternura por parte de su fotógrafo, que aprovecho en tomar todas las imágenes posibles.
─De acuerdo, ya pueden separarse, ahora... ─el alfa rubio le guiñó el ojo izquierdo al peli azul, que recibió la señal que tanto había esperado desde que le había comentado de lo que haría: quería pedirle matrimonio a Jungwon─. Ni-Ki, arrodíllate en frente de Wonnie, y Junggie, necesito que hagas un gesto sorprendido. ─el omega ladeó su cabeza como sí de un canino se tratase, eso había sido demasiado específico y solo lo confundió.
No le tomó más importancia de la debida y cumplió, abriendo sus labios ligeramente al igual que sus ojos en el instante que su novio se arrodilló en frente de él. Tenía un semblante nervioso, su lobo le decía que no se preocupase sin embargo su parte humana hizo caso omiso a sus palabras, sin dudar en ponerse a la altura del alfa y preguntarle porqué estaba de esa manera.
─Emm... Wonnie ─un asentimiento de Jungwon lo invitó a continuar sus palabras, mordiendo su belfo inferior─, cuando era más pequeño ─comenzó a contar─, observaba con cariño como mis padres se amaban a pesar de sus diferencias, su amor siempre se me hizo único y añoraba también encontrar mi destinado para experimentar esa experiencia que vivían cada día de sus vidas. Al cumplir cierta edad, mis esperanzas terminaron de desaparecer, nadie se interesaba en mí a no ser que tuviesen otras intenciones y así fue siempre... Hasta que llegaste, iluminaste mi mundo como sí fueses el astro sol y no puedo imaginarme sin tí, sí, no llevamos mucho tiempo juntos, sin embargo, estoy seguro que quiero que seas el omega que me acompañará el resto de mi vida... Yang Jungwon, ¿Te casarías conmi-? ─el alfa no pudo completar la frase, porque los labios brillantes del menor chocaron con los suyos, fundiéndose en un beso efímero, que respondía su pregunta sin la necesidad de utilizar palabras.
Los gritos no se hicieron esperar, llenando la habitación de aplausos y del sonido del flash de las fotografías que tomaba Mark.
La familia estaba completada, y aquellos dos jóvenes no podían ser más felices.
