Subí del sótano dispuesta a meter mi ropa a la lavadora para evitar sospechas. El cuerpo de mi padre había sido enterrado bajo tierra al igual que mi madre, ambos descansarían en el infierno bajo el sótano de la casa. Después de enterrar a mis padres y de cambiar mi ropa encharcada de sangre, me adentré en la cocina para limpiar los rastros de sangre que habían debido al asesinato de mi madre con aquel cuchillo que ahora me encontraba limpiando. Todos habían muerto, ahora estaba sola para hacer de mi vida una fiesta, tenía lo más importante, dinero y el amor de Sairo, no necesitaba nada más.
Pasaron algunas horas y la casa de encontraba impecable, yo me encontraba en la sala mirando una película mientras terminaba de escribir una carta falsa donde supuestamente mis padres escribían que me habían abandonado, eso sería suficiente para evitar interrogatorios por parte de policías o conocidos. La película siguió hasta llegar al final, me estaba quedando profundamente dormida cuando la puerta principal sonó alterando mis sentidos, rápidamente me levanté y miré por la ventana, di un suspiro aliviada al ver que solo se trataba de Sairo.
—¿Qué haces aquí? —pregunté una vez que abrí la puerta.
—Estaba preocupado por ti Sailas. —dijo entrando en la casa— te fuiste sin decir nada.
—Lo siento. —susurré abrazándolo por sorpresa, pude sentir como su cuerpo se tensó y rápidamente empecé a llorar falsamente.
—¿Qué ocurrió? —cuestionó acariciando mi espalda.
—Mis padres me dejaron. —sollozé— escribieron una carta dónde se despedían de mí.
Me aparté de Sairo y tomé la carta que yo misma había escrito para luego entregársela. Él la tomó sin dudarlo y la leyó mentalmente mientras las expresiones de su rostro empezaban a cambiar, podía notar sorpresa, irá, tristeza y disgusto, se lo había creído todo y yo solo reía mentalmente. Nuevamente me aferré al cuerpo de Sairo mojando su camisa con mis lágrimas, él me abrazaba fuertemente tratando de calmar mi llanto. Yo me encontraba con una simple camisa ancha, mis bragas y mis senos libres de cualquier sujetador, pues me parecía que era más cómodo.
Empecé a acariciar el cabello de Sairo sintiendo como su respiración empezaba a dificultarse, pues me encontraba semi desnuda al frente de él con mis senos presionando su pecho. Después de unos segundos, me retiré un poco de él y lo miré directamente a los ojos.
—Gracias por estar conmigo. —susurré cálidamente acercándome peligrosamente a sus labios.
—Es mi deber —confesó—. Un caballero jamás deja sola a una dama en momentos como estos.
Corté la poca distancia que separaba nuestros labios, al principio se negó a responder a mis besos salvajes y necesitados, pero al final terminó cediendo ante mis impulsos. Me aferré a su cuello fuertemente mientras seguía probando sus labios mordiendo el inferior unas cuantas veces, Sairo apretaba mis glúteos estrujando mi cuerpo contra su pene completamente erecto. Me alejé de él observando sus labios hinchados y rojos debido a la intensidad, sonreí complacida por su respiración inestable y lo tomé del brazo para subir a mi habitación o mucho mejor, a la habitación de mi hermana, lo haríamos juntos encima de su cama.
—Hoy quiero que me hagas el amor. —dije mientras quitaba mi camisa mostrando mis pechos desnudos— quiero ser tuya.
Perdón por la tardanza, había estado ocupada con mi otra historia y con los trabajos de la universidad, pero estoy de regreso, ojalá disfruten esta bella historia 💜💜
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Envidia. (Completa)
Random"Hay momentos en la vida donde te das cuenta que el peligro está más cerca de lo crees" Lastimosamente, para ella ya era demasiado tarde. Portada por: @Ktroncoso Muchas gracias 💜