Dulce maldad

II

-Michael-  una voz fuerte lo llamo haciendo que me soltara.
-Tommy- el me mira fijo, su mirada es fria inexpresivo eso llama mi atención- ella es Megan mi antigua vecina- este se acerca extendiendo su mano y con seguridad se la doy no tengo que mostras ansiedad o estres si ellos son parte o mejor dicho los mismísimos peaky blinders como se rumorea debo parecer seguro, es un trabajo dificil para mi ya que siempre fue demasiado expresiva y sentimentalmente inestable, no sirvo para hacerle frente a las cosas, cuando algo requiere de carácter fuerte, firme solo me escapo de esa situación y lo dejo pasar, como mujer es un poco mas difícil que te escuchen pero en momentos como esto en que las mujeres estan marchando y revolucionando todo no tengo que dar marcha atras, espero sea el momento adecuado para hacerlo.
-Buenas tardes- le sonrió
-Soy el Thomas Shelby, es un placer conocer a una amiga de Michael, porque no la invitas al bar por unos tragos- dice poniendo un cigarrilo en su boca para luego encenderlo y sonreír, Michael asiente sonriendo.
- Acompáñame voy a mostrarte donde  vivo y conocer a mi madre si se encuentra- agarra mi valija como siempre lo hizo, me hace un gesto com su cabeza y lo sigo va directo a un auto, me quedo quieta mirándolo impactada.- Vamos!- se para al lado de la puerta de acompañante y la abre- ¿Te gusta?- se rie, camino lento observando este auto y a su dueño, me subo para que el cierre, veo como da la vuelta, guarda la valija atras y ya esta adentro en su asiento arrancando , en dirección a su casa.
-No me gusta- me mira serio- me encanta!- el lugar era un poco gris pero era porque trabajaban con el carbón, despues de un rato en auto el paisaje empezo a cambiar y se veian más casas, más arboles hasta el aire cambio. -Asique... te esta yendo bien?- lo miro, cuando sus ojos hacen contacto conmigo bajo la mirada a mis manos las cuales no paran de moverse.
-Si por ahora todo va bien, soy el encargado de las cuentas y de todo lo que tenga que ver con numeros, me gusta hacerlo- no respondo solo lo vuelvo a mirar el sabia queria saber mas detalles- Esta bien esta bien!- rie- cuando llegué no tenia mucha idea de nada, solo quería ser parte de esta familia y lo logre eso me hace muy... feliz, en cuanto mi madre es muy buena vivo con ella, se que en estos años no hice contacto, no llame ni escribi, pero tenia miedo de que no respondieras.- suspira- ¿Y a vos te va bien?¿porque estas acá?.- frena el auto frente a una casa muy grande, se que es suya pero también se que no va bajar hasta que responda.
- Que decir... ah que al fin soy maestra despues de tanto intentar lo logre, en realidad ayer fue que esto paso y apenas sali de la escuela, tome el tren a Birmingham nadie sabe que estoy acá- el abre los ojos muy grandes, nunca hice cosas asi- lo se no es mi estilo, pero si no hacia esto, nunca iba a tener el valor de estar acá con vos, y de verdad queria verte.
-Todo este viaje solo para verme?- se burla de mi.
-Por lo menos yo si tuve valor... no como otros que ni siquiera mandaron una carta o respondieron- mientras decia esto el ya estaba abriendome la puerta.
-Auch muy bien jugado!- el avanza a la casa, lo sigo pero frena de golpe dándose la vuelta- Pero ya estamos acá- levanta su mano y abre, wow si que es hermosa- hay una habitación de huéspedes, voy a avisar que la preparen- me dejo sola en la sala, me acerque al hogar donde habia muchas  pinturas y una que otra foto, muy buena genética en esta familia.
-No hace falta Michael, no quiero molestar-
-Nunca lo harías, vamos te muestro y si queres podes cambiarte, me esperan o mas bien Tommy nos espera en el bar- subimos las escaleras- esta es la habitación de mi madre, esta va ser la tuya y justo en frente es la mia- sonrio y entró- te espero abajo- dice para luego retirarse.
Es una habitación muy linda con una ventana grande la cual deja entrar el sol y eso me encanta, abro mi valija y busco un lindo vestido para verme decente, un poco de maquillaje los tacos y estoy lista para bajar, en la sala no lo veo asique salgo y lo veo apoyado en su auto, con un traje que lo hace ver verdaderamente atractivo.