9.

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1 mes, un gran torturoso mes pasó desde que aquella pareja había terminado.
El pelinegro siguió dando sus clases y trataba de recuperar a Jimin, dejó de asesinar, el último que cometió fue el de aquella chica. Desde entonces lo dejo solo para concentrarse en recuperar al rubio.

Por otro lado, Jimin había estado ignorando al pelinegro, aún sentía odio hacia él. Era la primera persona que logró romper su corazón y lo hizo de la forma más fea.
No siguió cometiendo asesinatos, pues aún no estaba lo suficientemente preparado para asesinar, siempre que lo hacía o fallaba en el intento o la víctima no moría y ahí es donde el pelinegro tenía que acabarlo por él.

La noche habría llegado y el pelinegro decidió salir a caminar por ahí, no una con alguna intención o un plan de algo. Solo habría salido a caminar como una persona normal.
Iba tan concentrado que no miraba el camino y chocó con alguien, haciéndolos caer al suelo. El pelinegro levantó su mirada y sus ojos se iluminaron al ver a su querido ángel frente a él.

- Jimin...- dijo mirándolo-

- Lo lamento -dijo levantándose-

El rubio hizo ademán de caminar e irse, pero entonces el pelinegro se levantó rápido y lo tomó del brazo para después jalarlo hacía su pecho y abrazarlo con todas sus fuerzas. Jimin quería safarze pero la fuerza que el pelinegro ejercía en él convertía imposible la salida de aquel abrazo.

- Jimin lo lamento, en verdad lo lamento.

El rubio no respondía, su semblante era serio como siempre, su sufrimiento pasó, pero su sentimiento por el pelinegro seguía ahí.

- Jimin por favor, respóndeme -apretaba más el abrazo-

- Jeon -levanto su mirada- Te odio.

Dijo para después empujar al pelinegro, había ejercido suficiente fuerza como para hacerlo a un lado y alejarse de él.

- Lo lamento. Mierda ¿cuántas veces debo de pedirte perdón? ¿No te basta con lo que hago? ¿Tanto quieres a caso? -dijo el pelinegro con el semblante enojado-

- Por esa razón no lo hago Jeon.
¿Sabes cuánto daño me hiciste? -sonrió- Pero claro, no tienes ni una puta idea como me sentí, porque te importa un carajo lo que los otros sienten.

- No me importan los sentimientos de los demás, me importan un carajo sus vidas. Igual que a ti.

- Me importan un carajo los demás, pero sabes la única persona que me importaba, es un completo hijo de puta.

- ¡¿Y por carajos sigues aquí?! Si tanto dices que me odias, si tanto piensas que soy un hijo de puta -suspiro- Entonces lárgate Park, lárgate y déjame aquí solo e ignorame como lo has estado haciendo.

Psicópata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora