8.

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Como el rubio había dicho. Iría a la escuela de nuevo, iría solo porque su pelinegro se preocupaba por él. Iría solo por él.

Se estaba arreglando para ir, pues hoy tendría 2 horas de clases con el pelinegro y quería verse bien para él.
Aunque solo estaría en las clases del pelinegro, pues cuando terminaran él se iría del instituto. Si solo iba, era por el pelinegro, no porque realmente le gusten los estudios.

Termino de arreglarse para después ir a la Universidad, llego unos minutos antes de que sonara la campana de entrada a clases, y al entrar a la escuela, todos lo miraban sorprendidos pues tenía días que no lo veían por ahí y los confundía que ahí estuviese. Sin tomarle importancia Jimin se fue directo a su salón, y se adentró a el, sentándose en su respectivo lugar. El timbre sonó y todos los estudiantes entraron, Jimin se sentaba solo, no tenía amigos y ni siquiera quería tener, aunque muchos le hablaran e hicieran cosas para lograr una amistad con el chico pero él simplemente los ignoraba y les restaba importancia.

Todos estaban adentro, excepto el profesor.
El pelinegro no llegaba y habrían pasado ya 10 minutos, el rubio comenzó a angustiarse, pues habría venido por una razón y aquella razón no estaba. Iba a levantarse de su asiento al igual que los demás alumnos para irse, hasta que el pelinegro entró.
Colocó su maletín en el escritorio y sonrió para después saludar a sus alumnos. La clase habría comenzado, y un alegre rubio estaría poniendo toda la atención total en el profesor.

- Bien les repartiré unas hojas las cuales quisiera que pudieran responder -dijo el pelinegro-

Tomo las hojas y comenzó a repartirlas a los alumnos, hasta que logró divisar al rubio, el chico lo miraba atento a todos sus movimientos, y el pelinegro no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa por la linda cara que el chico tenía.
Estaba en la fila del rubio hasta que le tocó darle la hoja. Lo miró para después guiñarle un ojo y acercarse a su oído.

- Te extrañé.

El rubio abrió sus ojos a más no poder, completamente sorprendido por lo que el pelinegro le dijo, "te extrañé" se sintió cálido y sincero. Que no pudo evitar sonrojarse y sonreír.

- Bien chicos ya concluyó la primera clase.
Me gustaría que hicieran un proyecto referente a la materia, formare los equipos y les daré esta hora que queda, para que salgan del salón y piensen en que es lo que quieran hacer.

Y así fue, el pelinegro junto a todos. Y el único que faltaba era el rubio.

- Ya pueden salir.

- Profesor -dijo una chica-

- ¿Sí?

- Jimin no tiene equipo -dijo la chica mirando al rubio-

- Lo sé.

- Debería hacer pareja conmigo y a mi pareja ponerlo en otro equipo y que ellos sean 3 -sonrió coqueta-

- No pasará -sonrió el pelinegro- Jimin no tendrá equipo, él lo hará solo.

- Eso no es posible, debe tener algún equipo. Tampoco es que él tenga las mejores calificaciones -dijo un chico-

Psicópata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora