— Bien, desde ahora servirás única y exclusivamente a mi familia, seguirás asistiendo a la escuela con normalidad y nadie debe saber de esto. Son las únicas reglas, cumplelas y no habrá ningún problema — dijo el señor Brackton de manera seria — ahora vayan a descansar, mañana empieza tu trabajo.
Asentí y abandone el pequeño despacho con rumbo a mi habitación mientras pensaba en todo lo que estaba pasando, aún no entiendo cómo demonios pasó y me enoja que mi padre me haya tratado como mercancía. Encerrado en la habitación trate de ver las ventajas de la situación pero fue en vano ya que no las había así que me levanté decidido y tome algunas prendas para llevar mañana a la escuela.
Seré un sirviente por obligación, no por voluntad. No haré lo que no quiero, ellos no podrán manipularme. Fue la frase que repetí en mi cabeza una y otra vez como un mantra antes de dormir.
— ¡Oye! ¡Mark! — sentí un golpe en el brazo haciéndome girar hacia un costado.
— ¿Qué quieres Samuel? — conteste hastiado, es que no podía dejarme comer en paz.
— Estoy tratando de saber si irás a la fiesta del sábado en casa de Arlene, estás muy distraído y apenas son las diez de la mañana.
— Disculpa tuve un problema ayer, y con lo de la fiesta no creo poder ir. Estaré ocupado.
— A ver, a ver el gran Mark, popular, guapo y fiestero faltará a una fiesta en la casa de la chica mas linda del curso. El fin del mundo se acerca. — Rodé los ojos por la estupidez que decía.
— No es que quiera faltar, es solo que no puedo.
— Otra vez tuviste problemas con tu padre, ¿No?
— Me conoces tan bien hermano. — ambos éramos amigos desde la primaria por lo que sabíamos mucho del otro.
— Bueno si tú no vas iré yo en tu nombre.
— ¿Solo irás en mi nombre?
— Si quieres también puedo coger a alguna chica en tu nombre también. — eso me saco una carcajada.
— Empezaba a creer que te habían cambiado los aliens.
— Nah, no creo que les sirva de mucho.
La campana de la prepa sonó sacándonos suspiros de hastío por tener que regresar a clases, tomamos nuestras cosas y caminamos al salón para recibir literatura que era la última clase del día.
Me encontraba en la salida de la prepa junto con Samuel cuando Nora, la única chica de los Brackton se acercó a mí haciendo un gesto con su cabeza para seguirla, me despedí de Sam cuando ella estuvo al menos a diez metros de nosotros. Entramos al auto donde se encontraban sus hermanos y regresamos a la casa en silencio.
Entramos a la casa y cada quien subió a su habitación para cambiar el uniforme por ropa cómoda. Estaba buscando una playera entre mi ropa cuando la puerta se abrió sacándome un susto, al girarme pude ver a Nora recostada en el marco de la puerta y cuando abrí la boca para pedirle que se marchara caminó dentro de la habitación y cerró detrás de ella. Ok, mi cabeza activó las alarmas de manera inútil porque no tenía escapatoria.
— ¡Vaya quien diría que el chico nuevo tenía tan buen cuerpo! — su mirada recorrió mi abdomen desnudo con lujuria — aunque supongo que es normal con tu popularidad entre las chicas.
— ¿Qué haces aquí?
— Oh, claro lo olvidaba cuando termines tus tareas en la casa vienes al cuarto de mi hermano.
— ¿Perdón? ¿Por qué?
— No te pongas nervioso es solo para conocerte más allá de lo superficial ya que vivirás aquí por un buen tiempo.
— Lo siento pero debo estudiar luego de mis quehaceres — eso pareció causarle gracia porque la vi reír antes de que se acercará más a mí.
— Al parecer mi padre no te lo dijo, pero estás a nuestro servicio no al de mi padre por lo tanto debes obedecernos.
— Si él no me lo dice directamente debo ignorar su petición, no deseo problemas.
No dijo nada más solo me miró con una mueca burlona en su rostro y salió de mi habitación, desconcertado termine de vestirme y baje a empezar con los quehaceres.
Después de dos horas limpiando y sintiendo las miradas de los Brackton sobre mi estaba por terminar y subir de nuevo a mi habitación para hacer la tarea de mañana, porque seré popular y fiestero pero no irresponsable. Subí a darme una ducha para quitarme el sudor del cuerpo a causa del trabajo.
Cuando salí de la ducha mis ojos se abrieron como platos al encontrar al segundo hermano de los Brackton en mi cama y sin camisa, qué demonios estaba haciendo aquí. Sin prestarle demasiada atención tome una playera larga y un short y decidí regresar al baño a cambiarme y justo cuando estaba a punto de entrar uno mano me detuvo haciéndome girar y quedar con la espalda contra la puerta del baño.
— Nora dijo que no podrías acompañarnos y moría de ganas de saber porque. — inclinó su cabeza hacia un lado mientras me inspeccionaba.
— Debo estudiar, ahora sí me disculpas entraré a cambiarme. — trate de apartarlo en vano puesto que acercó su cuerpo más al mío dejándome acorralado — Oye no quiero ser grosero, pero enserio necesito cambiarme, esto es extraño sabes.
— ¿Piensas que es extraño? — y en un segundo se acercó más, al punto en que nuestros alientos rozaban. ¿Qué mierda pasaba hoy, es que estos chicos no saben respetar la privacidad o que?
— ¡Quítate! — demandé firme.
— Pídemelo — habló tan bajo que apenas pude oírlo.
—¡¿Qué?!
— Pídelo como un buen chico, pídemelo con un por favor y lo haré — y este quien se cree. Odiaba que me dieran órdenes por lo que molesto lo empuje con fuerza haciéndolo dar varios pasos hacia atrás, rápidamente entre al baño y me cambie.
Cuando volví a salir mi habitación estaba sola y con la confusión que me causaba la situación me senté en el escritorio y comencé con mis tareas.
Eran las once de la noche cuando el ama de llaves llegó a mi habitación anunciando que el señor Brackton me esperaba en su despacho, asentí y la seguí en silencio por el pasillo hasta llegar al despacho dejándome frente a la puerta de madera, toque dos veces antes de escuchar un pase desde adentro.
Ingresé al despacho y sin mirarme me pidió que me sentara frente al escritorio, cuando estuve sentado levantó la mirada de los papeles que sostenía y hablo:
— Hay una regla más que debo agregar y agradecería que la tengas como prioridad.
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Notita: Esta historia tendrá dos formas de narración, es decir, algunos capítulos serán desde la perspectiva de Mark nuestro protagonista y otros serán narrados de manera omnisciente para conocer pensamientos y actitudes de todos los personajes.
Sin nada más que agregar me retiro, disfruten su lectura.
J.M.
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Esclavo +18
RandomHe de admitir que los Brackton no eran la familia más rica del vecindario o la ciudad, pero si los más listos y astutos que había conocido, el aura misteriosa que emanaba de ellos era desconcertante para todos. Antes de cumplir 19 años fui entregado...