⚠ ADVERTENCIA: CONTENIDO +18 EXPLICITO ⚠ Este capítulo contiene violencia sexual entre los personajes, si no les agrada el contenido pasen de este y listo. Gracias por la comprensión disfruten el capítulo.
La semana en casa de Sam paso demasiado rápido para mi gusto, pero para mi suerte en ningún momento me encontré con alguno de los hermanos. Los primeros días me preocupe mucho pero después dejo de importarme, nunca me he dejado intimidar por nadie y esos chicos no serían los primeros. Sin embargo, verlos frente al auto de una manera relajada me desconcertó un poco, admito que esperaba verlos echando humo por las orejas; aun así, continue mi camino hasta llegar a ellos y saludarlos.
— Miren quien revivió. Ya te dábamos por perdido. — bromeo Nora apartándose del auto para entrar en él.
— Bueno ya que estas aquí, podemos irnos. Vete atrás con mis hermanos — seguido a eso todos entramos en el auto y Edgar arranco rumbo a la casa.
— ¿Por qué no llamaste? Nos tenías con las manos en el culo.
— ¡Leo! — reclamo Nora en voz alta a su hermano.
— ¿Qué? Es cierto.
— Pero hay otras maneras de decirlo — despego la vista de Leo y relajo su expresión para verme — Lo importante es que estas de vuelta.
— Si, claro.
El hecho de que ellos se mostraron despreocupados durante el camino me hizo pensar que tal vez algo había cambiado, aunque no sabía si era bueno o malo. Al llegar bajamos y entramos a la enorme casa, subí para cambiarme y comenzar con mi trabajo porque a pesar de que no se veían molestos no quería probar sus límites.
Iba saliendo de mi habitación cuando me topé con Nora, quien con una sonrisa pequeña tomo mi mano y me jalo con ella por el pasillo y escaleras abajo hasta que llegamos a una habitación que siempre se mantenía con llave y nadie mas que ellos podían entrar, ella abrió la puerta y me hizo pasar. La habitación no era tan diferente a las nuestras, un poco mas grande y con más muebles.
— ¿Qué hacemos aquí? — pregunte mientras caminaba nervioso por el lugar.
— Debemos charlar contigo y este es un buen lugar. — menciono apoyada en el marco de la puerta.
— Y ¿Dónde están ellos?
— Oh, descuida ya casi...— el ruido de la puerta al abrirse interrumpió la pequeña platica entre ambos.
— Vaya, ya estas aquí. Eso es bueno.
— No es necesario que estes de pie, puedes sentarte — menciono Leo con tono burlón mientras el mayor cerraba la puerta.
— ¿Sobre qué quieren hablar y por qué aquí? — los tres se sentaron en un sofá grande que se encontraba a un costado de la cama.
— Sobre ti, así que siéntate. — obedecí la petición de Edgar sentándome frente a ellos en la cama. — Tu comportamiento es terrible. Tenemos reglas aquí, tú lo sabes y aun así las desobedeciste. Debo recordarte que no estás aquí como un invitado sino como un pago por las estupideces de tu padre, por lo tanto, si decimos algo debes obedecerlo.
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Esclavo +18
RandomHe de admitir que los Brackton no eran la familia más rica del vecindario o la ciudad, pero si los más listos y astutos que había conocido, el aura misteriosa que emanaba de ellos era desconcertante para todos. Antes de cumplir 19 años fui entregado...