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Diez, diez tortuosos minutos han pasado desde que entré a la habitación y el trío de hermanos no ha hecho más que mirarme y analizarme entre susurros como si fuera algo raro. Mi nerviosismo, el cual se había vuelto parte de la rutina desde que me mude, comenzó a ser levemente reemplazado por aburrimiento; sin embargo, no duró mucho ya que cuando regrese mi mirada al trío noté una sonrisa maliciosa en el rostro del mayor y un brillo de emoción en sus ojos que lo único que logró fue que el nerviosismo de antes ganara fuerzas. Estaba seguro que si las miradas pudieran hacer algo las que tengo encima me comerían.

Quería irme pero antes de siquiera pensar en algo para zafarme una voz ronca me hizo estremecer y quedarme quieto justo donde estaba.

— Quítate la camisa — Ordenó Edgar serio, sin espacio a réplicas. Pero claro a mi me gusta ir en contra aunque sepa que me puede ir mal.

— ¡Estás loco! No me la quitaré — su sonrisa se ensanchó más con lo que acababa de escuchar.

— Parece que ya olvidaste lo que hablamos hoy temprano, así que te lo recordaré — su semblante volvió a ser serio antes de continuar — no eres un simple sirviente, eres nuestro esclavo y no está en debate si te agradan o no nuestras órdenes. Tú único deber es obedecernos así que lo diré una vez más, quítate la camisa.

Con que a esto se refería el señor Brackton cuando dijo cualquier petición. Al parecer me quede perdido en mis pensamientos varios segundos hasta que sentí el tacto de unas manos bajo mi camiseta haciéndome enfocarme nuevamente.

— Vamos, si obedeces será satisfactorio incluso para ti — susurró Leo cerca de mi oído y su aliento rozando la parte trasera de mi cabeza mandó una corriente que se asentó en mi vientre.

No, no esto no puede estar pasando. No puedo estar poniéndome duro con solo un par de toques y menos viniendo de un chico, siempre me han atraído las chicas. Mi cuerpo no puede estar traicionándome en esta situación.

Traté de zafarme de las manos del chico detrás de mí pero un cuerpo justo frente a mi campo de visión me lo impidió tomándome con fuerza por el mentón para besarme desesperadamente. Sentía besos húmedos, mordidas y lamidas en el cuello debilitando un poco mis defensas, necesito alejarme de ellos, mordí los labio de Edgar con la esperanza de quitarlo o apartarlo aunque sea un poco pero eso solo lo motivó a seguir y tratar de meter su lengua en mi boca.

Sentí como las manos de ambos chicos me tocaban el abdomen sobre y debajo de la camiseta. Joder solo faltaba que Nora se metiera en medio de sus hermanos y me manoseara como fruta de mercado. Y como si hubieran leído mi mente entre besos otro par de manos comenzaron a moverse desde la mitad de mi abdomen llegando a la orilla del pantalón que llevaba, preocupado me removí sin mucho éxito pues el mayor abandono mis labios para bajar a mi cuello haciendo lo mismo que el otro chico.

Volví a moverme intentando quitarlos de encima, pero entonces sentí mordidas un poco fuerte en mi clavícula y en la curva del cuello que me hicieron soltar una mezcla entre quejido y gemido. Los chicos se detuvieron y dándome cuenta de lo que acababa de hacer trate de cubrirme la boca, pero mi cerebro me dijo que esta era la oportunidad para huir de ahí antes de ser violado. Los empuje y corrí lo mas rápido que pude por el pasillo hasta llegar a mi habitación poner llave y un mueble como barricada.

Busque calmarme sentado en la cama y solo entonces con mis pensamientos más tranquilos me di cuenta que estaba realmente duro camine hasta el baño y me deshice de la ropa. Puse el agua fría con la intención de hacer desaparecer mi erección, pero mi mente me traicionó y el recuerdo de los Brackton tocándome con deseo hizo que mi erección solo creciera un poco más. El agua no estaba ayudando asi que baje una de mis manos y comencé a moverla sobre toda la extensión del falo y mi otra mano fue directo a mis labios impidiendo que mis gemido se pudiesen oír. El movimiento de mi mano era igual de rápido e irregular que mi respiración hasta que sentí un cosquilleo en la parte baja de mi abdomen y posteriormente terminé corriéndome en mi mano.

Termine de bañarme y me fui directo a la cama acostándome con la mirada en el techo hasta que el sonido de un mensaje entrante me hizo girar, lo abrí y al leer el mensaje de Sam se me ocurrió una gran idea.

Oye la fiesta de mañana la movieron para hoy, ¿en serio no irás?

Sabes que, a la mierda al fin de cuentas no es la primera vez que me escapo de casa. Te espero en el parque.

Vale, en cinco minutos estoy ahí.

Deje el celular en la cama y del ropero saque una playera azul marino, un pantalón negro y una sudadera gris, dos minutos fueron más que suficientes para estar vestido decente y tomar mis cosas antes de salir por la ventana. Realmente agradecía que las casas del vecindario tuvieran en común alfeizares fuera de las ventanas, baje en silencio y camine hasta el parque donde pude divisar a Sam recostado en su moto quien al verme sonrió y volvió a subirse para después encenderla. Cuando ambos estuvimos sobre la moto emprendimos camino hasta la casa de Arlene, nos tomó alrededor de diez minutos llegar pero ya ahí nos dispusimos a disfrutar de la fiesta.

Estuve bailando con Mel y con Sam pero en algún momento de la noche Sam se alejó dejándonos solos a Mel y a mi, cuando sentimos que el alcohol fue demasiado nos sentamos en un sofá que estaba en un rincón oscuro donde reíamos fuerte de tonterías que decíamos o de como muchos ya siendo la una de la mañana no podían mantenerse de pie y caían ridículamente, muchos dicen que el alcohol te vuelve violento pero nuestro pequeño grupo la mayoría del tiempo terminaba riendo escandalosamente por cualquier cosa.

Mi celular sonó con un mensaje y sentí como la borrachera se me bajaba de golpe al leer un "te estas divirtiendo?" del número de Leo, mi mirada comenzó a recorrer toda la sala buscándolo pero no había señales de que estuviera aquí, entonces ¿cómo lo sabía? tecleé rápidamente una respuesta.

¿A qué te refieres?

No te hagas, se que no estás en casa

Que pensara Edgar cuando sepa que te has escapado

Mierda, lo único bueno que veía de la situación es que a lo mejor solo sabe que me escape pero no donde estoy y eso era algo bueno. Arrastre a Mel conmigo por la casa ayudándome a encontrar a Sam con la mentira de que mi padre ya sospechaba y debía regresar, cuando lo encontramos estaba con una chica y realmente no lo molestaría si no fuera urgente. Salimos de la fiesta y nos detuvimos en una tienda 24/7 para comprar un par de cervezas, no era la primera vez que hacía creer que me escapaba para tomar unas cervezas con Sam en el parque solo que el problema ahora es que no era mi padre el que podía aparecer sino uno de los Brackton. Estando en el parque le aseguré que estaría bien y que no era necesario que me acompañara, le aseguré que haría el teatro solo esta vez para no involucrarlo y con un poco de duda vi como regresaba a la fiesta mientras yo destapé la cerveza y tomé el primer trago sentándome en una banca cercana a la calle.

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Después de tanta espera nuevo capitulo un poco intenso para que disfruten!!

Gracias por el apoyo <3

J.M.

Esclavo +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora