I.
Un silencio se hacía presente en aquella casa, misma que estaba por convertirse en un "hogar" por la pareja que la había adquirido apenas no hace mucho.
De pronto ese silencio se rompió cuando se escuchó a alguien tocar la puerta.
¡KNOCK KNOCK KNOCK!
"Ahí hay un timbre." Pensó la pelinegra con un suspiro, pero de igual forma se levantó para echar un vistazo.
Estaba cansada, pues el proceso de mudanza no era algo sencillo a ser verdad y se había levantado temprano. Sólo esperaba que no fuera aquella vecina molesta que insistía en entablar una amistad forzada con ella.
Frotó sus ojos y observó por la mirilla de la puerta.De pronto todo su cansancio desapareció y una sonrisa se hizo presente en su rostro, no dudo dos veces en quitar el seguro abriendo aquella puerta lo más rápido posible.
— ¡Heavy! — Se abalanzó contra el fornido pelirrojo, quién correspondió casi de inmediato. — ¡Cuándo tiempo sin verte carajo! ¡Años!
—Sí, también me alegra verte Lif. —Río el mismo.
Esta se alejó un poco para mirarlo con más claridad.
—Vaya, alguien ha estado haciendo pesas, huh. —Dijo en un tono juguetón. — Te ves bien.
Heavy se ruborizó un poco, y rascó su nuca avergonzado.
— Gracias, yo-—Casi tan sexy cómo tu mamá.
—Qué-
La chica soltó una pequeña carcajada y lo tomó del brazo.
— Estoy jugando, vamos entra, Dee está arriba.Heavy obedeció con ligera timidez, se veía tan rudo como su madre por fuera, pero aún llegaba a tener esa actitud adorable que cargaba desde pequeño.
La peli negra camino hacía las escaleras y se asomó un poco.
— ¡Dee! ¡baja! ¡tenemos una visita!
— ¡¿Qué?! — Se escuchó desde arriba, era la voz de Dee.
Vaya, su voz no había cambiado casi nada.
Por alguna razón ponía nervioso a Heavy... ver a Dee de nuevo.
La última vez había sido en su boda, antes de que Heavy decidiera irse y explorar nuevos rumbos, sin un plan... eso pasó hace años.
Ambos habían crecido desde entonces.— ¡Sólo ven!
La verdad Heavy era algo así como un caballo indomable, de aquí para allá, metiéndose en peleas de vez en cuándo, haciendo pequeños trabajos y tocando en bares cuándo lo necesitaba. También tenía sus seguidores en internet, una considerable cantidad de gente lo conocía y aunque no tuviera un trabajo fijo, se las arreglaba.
Por otro lado Dee era completamente lo contrario, un trabajo estable y bien pagado, una esposa grandiosa y ahora, una casa nueva en un buen vecindario. Parecía ser una vida agradable, casi perfecta.
Heavy estaba feliz por Dee.
Su hermano Dee.
— Ya voy, ya voy. —Se escuchaban las pisadas del rubio mientras bajaba aquellos escalones de madera.
Dee...
De pronto unas orbes celestes chocaron con unas de color esmeralda.
Dee se detuvo sorprendido, se quedó ahí unos segundos, sin palabras.—... Hey Dee... —El pelirrojo sonrió nervioso
El rubio salió de su trance y le regaló una dulce sonrisa a su hermano.
—Heavy.
El pecoso caminó hacia el contrario y puso sus manos sobre los brazos de este, le sonrió nuevamente y Heavy hizo lo mismo soltando una pequeña risa. Ambos se abrazaron con cariño, Heavy con un poco más de fuerza, aún estaba aprendiendo a controlarse, pero no era nada que Dee no pudiera soportar.
Se quedaron así unos segundos que para ambos fueron cálidamente eternos.—Oh, parece que alguien ha estado haciendo pesas — Se burló el rubio mientras se separaban.
—Lo mismo le dije yo —La chica volteó hacía el rubio. — ¿Sabes Dee? tal vez tenga que divorciarme de ti y casarme con los brazotes de tu hermano...
—Bien, pero yo me quedaré con la casa.
—Me parece justo.
Heavy sabía que Dee y Lif jugaban así, honestamente le parecía tierno, aunque de vez en cuándo no sabía si hablaban en serio.
— Heavy te quedas a comer ¿cierto? — Preguntó la muchacha.
—... ¿No es molestia?...
—¡Para nada!
—Oh- carajo, eso es un alivio porque honestamente no se cómo llegué ni cómo voy a regresar a mi hotel y me estoy muriendo de hambre— Confesó acompañado de una risa nerviosa.
El rubio alzó una ceja.
—Hev, ¿Cuántas puertas tocaste para dar con la casa?Heavy desvío la mirada y se ruborizó un poco.
— ... muchas...Dee soltó una carcajada.
Claro, seguía siendo el Heavy despistado con el que creció, obviamente se iba a perder.Lif miró a Dee de reojo y luego dirigió su mirada al menor de la habitación, quién estaba apenado.
—Ya, ya, no te preocupes Heavy, mi marido te va a ayudar a regresar a tu hotel.
Dee volteó hacia la de cabello azabache parando su risa de golpe.
—¿Disculpa?—Hey, les vendría bien hablar, ponerse al corriente con sus vidas Dee-Dee — acentuó lo último cómo si hablara con un bebé, pellizcando ligeramente la mejilla del pecoso, quién rodó los ojos un poco ruborizado.
—Sí, bien. — Dijo quitando la mano de la chica de su cara.
Acto seguido miró a Heavy de nuevo, quién le devolvió la mirada, se quedaron así por un momento, hasta que Dee le sonrió y con un ligero movimiento de cabeza lo invitó a pasar al comedor.El pelirrojo lo siguió con entusiasmo.
Ver a Dee de nuevo era lindo.
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Reencuentro. [Deavy]
FanfictionDónde Dee y Heavy se ven después de mucho tiempo, en su vida adulta. Fanfic corto Deavy. [+18]