Capítulo 15 : Pelear por lo que amas

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Nota /aviso : Este capítulo contiene partes duras, crudas , quizás algo gore y grotesco. Muy explícitas. 

Lejos de ese lugar, acercándose a las montañas un gran coche negro acompañado de otros dos algo más pequeños se acercaban a la casa de los Kamado con las luces completamente apagadas.

-Estamos cerca - dijo una voz grave y oscura desde las sombras en el auto principal, sus ojos brillaban rojos en la oscuridad con un aspecto demoníaco.

Kyojuro entró a la casa por la parte de atrás, Kou no estaba así que imaginaba que debía estar en el bosque, no había mucho que hacer, por la hora no era necesario encender la luces ni nada parecido, así que se encaminó a la habitación del pelirrojo y se acostó en ella, olfateando sus almohadas, sintiendo el aroma del pelirrojo.

"Mi niño hermoso, no dejaré que te vuelvas a hacer daño"

El kyubi estaba ya dormitando en la habitación del menor, abrazando una de sus almohadas en un intento de sentirlo más cerca , por lo que no notó cuando un auto negro se estacionó justo afuera de la casa.

-Está todo muy silencioso - dice uno de los hombres del interior mirando la casa quien llevaba una larga coleta alta.

-Deben estar durmiendo, no me gusta la idea de matar a unos niños, así que espero que se defiendan como es debido- Comentó uno que estaba sentado en el lugar de copiloto, tenía marcas azules en todo el cuerpo y un cabello de color bastante particular.

-Eres demasiado blando, Akaza- volvió a hablar el anterior como si no le importara lo que estaba a punto de suceder.

-No me interesa pelear contra débiles Kokushibou- respondió bufando, pero no podía retractarse ahora, mucho menos delante del jefe, debía cumplir su trabajo.

-En eso coincido con Akaza - dijo Muzan - Es la primera vez que eliminaré niños- soltó de una forma bastante cínica sin dejar de sonreír de la misma manera.

-Con suerte terminaré en 20 minutos- dijo el de las marcas bajándose del auto -Ya pueden largarse, no me gusta que me estén vigilando como si no supiera hacer mi trabajo-

-Vamos - ordenó Kokushibou al chofer, después de todo aquel hombre de cabello extraño era uno de los mejores asesinos que conocía.

Una vez fuera del auto, forzó la puerta para entrar, cosa que hizo despertar al zorro, el cual se levantó y con ayuda de una hoja tomó la forma del mayor de los Kamado, nadie debía saber que era un espíritu , pero sus ojos se seguían manteniendo dorados y decididos, se movió en silencio por la casa, debía saber si era Muzan a quien se enfrentaba o un simple peón.

-Hoy es vuestro ultimo día jóvenes Kamado, pronto os reuniréis con vuestra familia, tranquilos- se oyó por la casa con un eco extrañamente aterrador.

Kyojuro meditaba en silencio qué debía hacer, lo había pensado mucho con anterioridad, nunca en su vida había hecho daño a un ser vivo, sólo a otros espíritus por ser malvados, un humano era algo diferente, pero de todas formas debía erradicar ese mal que atormentaba a los hermanos Kamado cada día y que los hacía sufrir sin motivo.

Divisó una sombra que era levemente iluminada por la luz tenue de fuera, era un solo hombre, así que lo manipularía un poco antes de atacar, con un par de hojas en la mano las lanzó, una vez entraron en contacto con el piso tomaron la forma de los hermanos menores de los Kamado, dichas ilusiones comenzaron a corretear y reír por toda la casa en cuestión de segundos.

Los pequeños Kamado ilusorios corrían por todos lados, incluso pasando por aquel misterioso hombre sin mirarlo, solo jugando y riendo entre ellos.

Tanabata ( Kyotan AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora