Historia 35

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Suficientemente guapa (afortunadamente ficción)

Chica: Oye, tengo algo que decirte.

Chico: ¿Qué es?

Chica: Me... me gustas y... me he enamorado de ti.

Chico: Vale.

Chica: ¿Qué quiere decir "vale"?

Chico: Que "vale", pero que tú a mí no me gustas.

Chica: ¿No? ¿Por qué no?

Chico: Ya te lo diré, ¿otro día?

Todos los días ella le peguntaba a él por qué no le gustaba, y él siempre respondía que se lo diría más tarde. Un día, cuando se sentaron juntos, ella le dijo:

Chica: ¡Dime de una vez por todas por qué no te gusto!

Chico: ¿Quieres saber por qué?

Chica: Sí, ¡suéltalo!

Chico: ¡No eres lo suficientemente guapa! ¿Vale? ¿Por qué quiero salir con alguien que no es guapa? Ahora cállate, y déjame en paz.

Y se marchó, dejándola llorando. Entonces, ella recibió un mensaje de su madre:

"Cielo, hoy llegaré tarde a casa. En unas horas llego. Te quiero, adiós."

La chica llegó a casa y se miró en el espejo.

"¿No soy lo suficientemente guapa?" se dijo.

Dos horas después, su madre llegó a casa. Oyó el agua de la bañera correr, así que subió al baño a ver si se estaba bañando.

"Cielo, ¿estás bien?" preguntó mientras abría la puerta.

Entonces se quedó horrorizada. La chica estaba en la bañera: el agua que la cubría estaba teñida de rojo, ella tenía cortes en sus brazos, muñecas y cara. Además, en el espejo, estaba escrito con sangre:

"¿Soy ahora suficientemente guapa?"

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