Historia 41

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Viaje en coche (final sorpresa)

Un muchacho iba caminando por la autopista. A los lados había árboles, barrancos y todo tipo de maleza. Estaba lloviendo. Caían truenos y relámpagos, estaba terriblemente asustado, cuando vio pasar un coche muy lentamente.

No quería ir andando, así que cuando se paró a unos pocos metros de él, corrió y se subió dentro. Fue justo cuando se metió, que el coche volvió a ponerse en marcha lentamente y él se dio cuenta de que no había nadie al volante.

No se oía ningún ruido de motores desde dentro: sólo la lluvia. 

Se quedó tan asustado que ni pensó en saltar y huir. Vio que se acercaban a una curva y pensó que el coche fantasma iría directo al barranco para caer al río.

Empezó a rezar por su vida y, de repente, vio espantado una sombra negra acercarse a la ventana del conductor. Una mano fantasmal apareció y movió el volante, el coche giró y la mano se esfumó.

Estaba paralizado de miedo, pero aliviado de haberse salvado, y vio la mano reaparecer cada vez que había una curva para que el coche girase.

Cuando llegó al pueblo, saltó del coche corriendo y huyó empapado hasta el bar más cercano donde le contó a todo el mundo su experiencia sobre el extraño coche y la mano fantasma que guiaba el coche.

Justo entonces dos hombres chorreando de lluvia entraron al bar y dijeron, señalando al muchacho:

"¡Eh, ahí está el idiota que se subió al coche mientras lo estábamos empujando en la lluvia!"

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