capítulo 14

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Un pequeño ronroneo fue lo que hizo que Jungkook despertara un poco confundido. Abrió sus ojos lentamente intentando acostumbrarse a la luz que pegaba en su cara. Bajó un poco su vista al sentir un peso encima suyo, encontrándose con una mata de cabellos rubios. Sonrió al darse cuenta que Jimin estaba dormido y lo abrazaba como a un oso de peluche. Su pequeñita nariz estaba hundida en su cuello y ronroneaba suavemente.

Estuvo a punto de despertar al chico después de ver la hora en su reloj de mesa, pero se sentía tan a gusto con el menor de esa forma que decidió por abrazarlo de la misma forma para volver a cerrar sus ojos y dormir un poco más.

Apenas lo conoces, Jeon.

Se reprendió a sí mismo. Tal vez había sido un enamoramiento a primera vista lo que tuvo con el menor, porque no encontraba otra explicación más lógica. Su corazón latía rápidamente de tan solo ver al pequeño sonriendo de una manera tan única, o tal vez eran esos ojitos grandes y llenos de ternura y felicidad. No lo sabía, pero intentaría averiguarlo.

Pasaron dos minutos en los que intento volver a dormir, pero no pudo. Su mente comenzó a recordar los momentos que pasó con el dulce omega hacía tan solo una hora. Jimin había sido muy terco con el tema del aroma que inundaba toda la habitación, y él a duras penas había podido desviar del tema al chico, insistiendo en que solo era el aromatizante que su padre le había traído desde América.

Una gran sonrisa se instaló en su rostro. Realmente quería saber mucho más sobre el chico que tenía entre sus brazos; sin embargo, hizo una pequeña mueca cuando recordó que el rubio no sabía nada sobre él, y temía que fuera a reaccionar mal si le confesaba que era un alfa.

Sabía de antemano que no encajaba en el tipo ideal que quería Jimin. El mismo chico lo había dicho.

Jungkook también lo sabía. Todo omega quiere a un alfa fuerte, alto e intimidante.

Puede que el no sea el tipo ideal, pero de lo que sí estaba muy seguro, era que haría todo lo posible por hacer feliz a su futuro omega. No importaba si terminaba perdiendo su orgullo y dignidad, porque el protegería a su omega a como diera lugar.

Solo esperaba que ese omega al cual proteger y mimar llegara a ser Jimin.

—¿Jungkook hyung? —una tierna y adormilada voz sacó al chico de sus pensamientos. Suspirando, dirigió su vista al pequeño.

Jimin tenía sus ojitos hinchados y entrecerrados, algo que le causó cierto grado de ternura. El chico parecía un bebé.

—Pensé que no despertarías nunca —le sonrió cariñosamente, acariciándole el cabello—. Te veías tan tranquilo.

El rubio se sonrojó un poco al darse cuenta de la posición en la que se encontraba con el mayor. Le dio un poco de vergüenza cuando vio que lo estaba abrazando como si tuviera miedo de que se escapara.

—Está muy calientito, hyung —susurró, restregando su nariz en el hombro del castaño.

—¿En serio? —abrió sus ojos sorprendido—. Hoseok siempre me dice que soy como un cubo de hielo.

—No le haga caso, hyung —rió divertido, pero de un momento a otro la realidad le pegó de golpe—. Hyung... —susurró preocupado.

—¿Qué pasó? —preguntó alerta ante la tensión que apareció de repente en el menor.

—¿No le molesta que lo este abrazando así? —preguntó tímido—. Es decir, no nos conocemos hace mucho...

Jungkook rió graciosamente. El omega se veía muy tímido después de hablar y al alfa le encantaba verlo así.

—No, no me molesta —sonrió, continuando con las caricias que le hacía en el cabello al omega—. De hecho, me siento muy cómodo así, pero si tú no te sientes de esa forma, solo piensa en que es para fortalecer nuestra nueva amistad.

Jimin suspiró cohibido. Muchas veces había dormido abrazado con su padre omega y Taehyung, sintiéndose muy cálido, pero el estar abrazando a un omega como Jungkook se sentía muy diferente y le frustraba, porque la sensación era nueva, algo que jamás había experimentado antes. Sentía que algo no cuadraba.

—No le vaya a decir esto a Taehyungie, ¿si? pero los abrazos suyos son mejores —confesó, para después hundir su nariz en el cuello del mayor para que este no viera su sonrojo. Gruñó cuando no pudo encontrar ningún olor.

La sonrisa de Jungkook ni siquiera cabía en su rostro. — Yo te diré un secreto —susurró roncamente sobre el odio del menor, creando que a este se le pusieran los pelos de punta—. Tú eres mi omega favorito.

El chillido de felicidad que soltó Jimin hizo que Jungkook soltara una gran carcajada, acurrucando más a su amigo entre sus brazos.

—Esto podrá sonar algo extraño, hyung, pero realmente me siento a gusto con usted... bueno, mejor dicho con todos ustedes —rió avergonzado—. Nunca pensé que me llevaría tan bien con alguien además de Taehyung —suspiró.

—¿Por qué?

—No sé, la verdad es que nunca me interesó hacer más amigos —hizo una mueca—. Siempre creí que Taehyung iba a ser la única persona que necesitaría en mi vida.

Jungkook sonrió como tonto.

—Tal vez no te conozca tanto como Taehyung, o pueda crear un vínculo tan especial como el que tienes con él —suspiró—, pero ahora también me tienes a mí, Jiminie.

—Lo sé, hyung.

un omega de mentira 丼 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora