—Jungkook —advirtió minuciosamente—. ¿Qué está pasando? —alzó una ceja sin dejar de ver los tiernos y pequeños pies que se movían como parabrisas.
—Yo... —se mordió el labio, no sabía que excusa poner y tampoco si iba a salir de esta—. Estábamos... Estábamos jugando.
—¿Jugando? —el alfa se cruzó de brazos, apoyándose en el marco de la puerta—. ¿Se puede saber a qué estaban "jugando"?
—A las escondidas —sonrió lo más inocente que pudo—. Ahora, si me permites, debemos seguir —dijo, intentando empujar a su padre y cerrar la puerta, fallando en el intento.
—¿Sabías que eres un mal mentiroso? —rió divertido—. Eso lo heredaste de tu madre.
Jungkook estuvo a punto de cerrar la puerta de un solo golpe para no ser más descubierto, pero un ruido junto con un adorable chillido hizo que detuviera toda acción. Volteó a ver hacia debajo de su cama, viendo como Jimin intentaba salir de esta a duras penas.
El padre de Jungkook al no ver ninguna reacción de su hijo se adentró en la habitación, recibiendo de paso un gruñido suave de parte de su hijo, que ignoró olímpicamente. Se acercó a los pies que querían salir y lo jaló de uno solo, haciendo que un hermoso chico de cabellos rubios lo viera con ojos grandes.
Jimin se levantó rápidamente al ser descubierto. El no quiso hacer ningún ruido, pero la oscuridad y la falta de oxígeno ahí abajo lo estaba volviendo loco, por lo que no tuvo otra opción.
—¡Pero que criatura más hermosa! —chilló el alfa mayor, acercándose al omega, tomando las mejillas de este y apretándolas.
Jungkook gruñó molesto. Podría ser su padre, pero le estaba molestando de sobremanera el que estuviera tocando a su futuro omega, después de todo, su padre era un alfa y uno muy guapo.
—No me gruñas jovencito —le regañó su padre, viéndolo acusadoramente por unos segundos—. Puedes ya estar grande, pero sigo siendo tu padre.
El castaño chasqueó la lengua cruzando se de brazos y volteando su cabeza para no ver a los ojos a su padre.
Por otro lado, Jimin estaba muy sorprendido al estar frente al padre del omega. Se sentía muy curioso respecto al por qué Jungkook se alteró. ¿Por qué se comportaba así si sólo era su padre? ¿Por qué le había dicho que se escondiera ante este? Tenía muchas preguntas y muy pocas respuestas.
—Y dime, eh... —miró curioso al menor, esperando por el nombre.
—Jimin, soy Park Jimin —sonrió abiertamente—. Mucho gusto, padre de Jungkook.
—Pero que educado —el alfa se sentía satisfecho—. Soy Jeon Minho, pero puedes llamarme solo Minho.
El chico asintió un poco apenado. ¿Por qué su lobo le decía que en su interior que caerle bien al padre del castaño era muy importante?
—Eres... —dudó un poco sobre la pregunta que quería hacer, no quería dejar mal a su hijo frente a ese lindo omega, pero también tenía mucha curiosidad. Había deseado tanto conocer a alguna pareja de su hijo, ya que nunca antes le había presentado a alguien—. ¿Eres el omega de mi hijo?
Jimin se paralizó en ese mismo instante. ¿Cómo podía preguntarle algo como eso? Es decir, su hijo es omega y estaba seguro que el hombre ya sabía que también era omega, ¿por qué hacía esa pregunta?
No entendía nada y tampoco sabía cómo responderle al mayor. No estaba seguro de si sólo le estaba haciendo una broma o el hombre era muy liberal respecto al tema de emparejarte con alguien igual a ti.
—¡Papá! No hagas esa clase de preguntas —el alfa salió corriendo hacia su padre y el omega, agarrando de la mano a este último y alejándolo.
Minho sonrió maliciosamente mientras le guiñaba un ojo a Jimin. Ambos chicos estaban sonrojados hasta las orejas, y fue por ello, que el mayor supo que muy pronto tendría un nuevo yerno; sin embargo, un vacío se instaló en su pecho cuando vio lo bien que se veían ambos chicos. Sus hijos habían crecido demasiado rápido y eso le daba miedo. Le daba miedo quedarse completamente solo.
La sonrisa desapareció de su rostro, por lo que supo que era momento de salir huyendo. —Uy, miren que tarde es —vio su muñeca, en la cual no había ni un tan solo reloj—. Debo irme, estoy muy cansado. Buenas noches —se despidió atropelladamente, saliendo de la habitación.
Jungkook sacó todo el aire que había tenido retenido, su corazón se tranquilizó, estuvo tan cerca de ser descubierto.
—Hyung... —llamó acusadoramente Jimin.
Bien, toda la tranquilidad que Jungkook había sentido por breves segundos se esfumó al ver al rubio parado y de brazos cruzados pidiendo una buena explicación. Su ceño estaba fruncido y sus labios se alzaban un poquito, haciendo un pequeño puchero.
—Jiminie...
—No me gustan las mentiras, hyung —dijo con un nudo en la garganta, suficiente tenía con las de la "alfa" de su padre.
El castaño estaba en un debate interno. Por un lado, le dolía mentirle a Jimin porque no tenían la confianza suficiente, por lo que confesarle que le mentía podría acabar con la amistad que habían comenzado y para nada quería eso.
No se detuvo a pensar en que las cosas podrían salir peor si seguía con la farza. Porque entre más días pasen, más dolería.
—Es solo que mi papá es muy "extrovertido" —se excusó. Ya había decidido que no diría nada. No podía, y no era sólo por su capricho con pasar más tiempo con Jimin, sino que también estaba su sueño, el sueño de estar en la misma academia a la que su madre asistió—. No quería que te pusiera incómodo —continuó diciendo—. Ya ves la pregunta que te hizo...
Jimin asintió no muy seguro, aún sentía su cara arder de la vergüenza; aunque algo le decía que el mayor le estaba mintiendo tan descaradamente, prefirió no decir nada, tal vez solo estaba pensando mucho las cosas o estaba dramatizando de más.
—Está bien, hyung —le sonrió, acercándose al mayor, poniendo uno de sus manos sobre el hombro del otro—. Confío en usted.
Y esas palabras dolieron. Jungkook se sintió la peor persona del mundo y se dijo a sí mismo que ni en un futuro lejano iba a merecer a un omega como Jimin. Quiso decirle toda la verdad ahí mismo, pero no pudo ni siquiera abrir la boca.
Debería de darte una paliza, Jeon Jungkook. Gruñó su lobo.
ESTÁS LEYENDO
un omega de mentira 丼 kookmin.
Fanfiction꒷꒦ ❝ jeon jungkook anhelaba ir a la misma academia a la que su difunta madre había asistido, pero lástimosamente la academia de artes de seúl tenía estrictamente prohibido aceptar a alfas. jungkook era un alfa. aunque eso se podía arreglar con un po...