—Deja de esparcir tu apestoso aroma, Jungkook —gruñó el alfa menor, rociando todo el neutralizador de olor en cada parte del cuerpo del mayor.
—Pero no es mi culpa, Hobi —puchereó, recordando al hermoso chico.
Hoseok había tenido que llevar rápidamente a Jungkook hacia los baños cuando apenas notó el cambio de olor. Y aunque en realidad le fue algo difícil, lo había logrado; puesto que la mayoría de alumnos habían comenzado a llegar y el olor de Jungkook se había intensificado como nunca antes.
—¿Entonces de quién es? —preguntó, rodando los ojos—. Pareces un estúpido hormonal.
—Ese eres tú —chasqueó la lengua.
—Ya, déjemos de lado eso y mejor dime que causó que te pusieras de esa forma —regañó, mientras terminaba de aplicar todo el neutralizador que pudo sobre el mayor. Logrando, unos segundos después, desaparecer el olor de este nuevamente.
—Fue culpa del hermoso ángel al que mis ojos vieron —suspiró, recordando la preciosa sonrisa de aquel chico.
Hoseok le miró con asco. Ni siquiera él era tan cursi.
—Ugh, no creí que fueras de ese tipo de chico, Jungkook —hizo una mueca—. Siempre pensé que serías un alfa dominante.
—Soy dominante —unió sus cejas el mayor.
—Dile eso a tu boca.
—Sí supieras las maravillas que puedo hacer con ella —susurró, lamiéndose los labios.
—Habla más fuerte, no te escuché —pidió Hoseok, poniéndose de rodillas y buscando en su mochila un par pastillas neutralizadoras. Debía prevenir todo lo que estaba en su alcance.
Las mejillas de Jungkook se colorearon. —Na-Nada.
El pelirosa asintió sin darle mucha importancia a las palabras de su hermano, ya que estaba más entretenido en buscar sus pastillas; las cuales, no encontró.
—Yo puse mis pastillas aquí —chilló, resignado mientras señalaba con su dedo la bolsa más pequeña de su mochila.
—¿Qué pastillas? —el alfa tragó grueso.
—Las que ayudan a calmarte en caso de que tu lobo se ponga loco —gruñó, levantándose rendido.
—¿De qué color eran?
—Azules —respondió, viendo curioso a su hermano—. ¿Por qué tanto interés? ¿y por qué tienes esa cara de muerto?
Jungkook rió nervioso. —Pensé que eran dulces de menta —confesó.
El pelirosa se pegó una palmada en su frente. Jungkook siempre iba a ser un idiota de primera para todo, menos para dormir.
—Con razón sabían raras... —continuó diciendo el mayor.
—Claro que iba a saber raro, idiota.
—Mira el lado bueno, Hoseok, ahora sabemos que no servían porque de igual forma mi lobo se volvió loco y en ningún momento se pudo calmar allá afuera —alzó los hombros restándole importancia.
Y sin más, comenzó a caminar hacia la salida de los baños, siendo seguido por su hermano menor. El castaño moría por volver a ver al hermoso omega que había visualizado a lo lejos aunque sea solo para apreciarlo, porque sabía perfectamente que él ahí era un "omega más", y no podía echar a perder el poco esfuerzo que había hecho por entrar ahí, y ni hablar de los problemas en los que se metería si alguien se enteraba de que era un infiltrado.
Además, imaginaba que el pequeño ya debía de tener algún alfa, porque vamos, el chico era simplemente perfecto y no creía que nadie hubiese intentado cortejarlo ya.
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un omega de mentira 丼 kookmin.
Fanfic꒷꒦ ❝ jeon jungkook anhelaba ir a la misma academia a la que su difunta madre había asistido, pero lástimosamente la academia de artes de seúl tenía estrictamente prohibido aceptar a alfas. jungkook era un alfa. aunque eso se podía arreglar con un po...