capítulo 20

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El de mejillas pronunciadas caminaba desesperado en su mismo sitio. Los nervios floreciendo en su interior creaban más indecisión. No sabía si era correcto lo que estaba pensando en hacer luego de encontrar a su mejor amigo junto a Hoseok en una situación un poco traumante.

Mordía sus uñas con fuerza mientras su vista estaba clavada en la puerta blanca del dormitorio de Jeon Jungkook. En cualquier momento sentía que de sus ojos saldría algún tipo de láser rojo y destruiría la puerta.

No seas tan cobarde.

Su lobo gruñía desesperado por querer entrar a la habitación de su pareja.

Siguió de la misma forma por unos largos y desesperantes segundos, hasta que la puerta se abrió, haciendo que diera un brinco junto con un chillido agudo.

—¡Jimin! —saludó alegre el azabache.

El corazón se le tranquilizó. No era Jungkook el que había abierto la puerta, sino Baekhyun.

—Baek... —susurró amable—. Hola.

—¿Buscas a Jeon Jungkook? —preguntó con una sonrisa de oreja a oreja.

Jimin asintió un poco apenado. Baek era su amigo, pero desde que había llegado a la academia no había hecho ni el más minimo esfuerzo por charlar con él.

—Te ayudaría a despertarlo, pero tengo algo importante que hacer —murmuró con pena—. Ese chico lleva más de cuatro horas durmiendo —chasqueó la lengua—. He puesto música a todo volumen, le he gritado al oído y también lo he sacudido un poco. Jamás despertó. Por un momento pensé que estaba muerto, pero el pecho le sube y le baja en señal de estar respirando.

Jimin había sonreído al principio ante la imagen mental que se creó de un Jungkook muy pacífico con sus ojitos cerrados, para después fruncir su ceño. A su lobo no le gustó nada el que ese chico haya estado viendo el pecho del castaño.

Y ahora que lo pensaba, tampoco le gustaba que otro omega estuviera compartiendo habitación con Jungkook. Era algo muy estúpido a decir verdad, puesto que Jungkook también era un omega.

Nuestra pareja es muy inocente, Jimin. Tenemos que cuidarlo.

Su lobo aún seguía gruñendo, pero Jimin estaba de acuerdo. Jungkook era alguien muy dulce e inocente. Alguien podría querer pasarse de listo con él, pero el rubio no lo permitiría.

—Está bien, no te preocupes —le dijo al azabache.

Baekhyun asintió no muy seguro. Se había dado cuenta de un pequeño cambio en el rostro del menor, pero no le tomó mucha importancia. Tal vez estaba molesto con el omega dormilón.

Jimin inhaló. Se comenzó a dar ánimos a sí mismo, adentrándose en el dormitorio y cerrando la puerta con seguro. No quería que nadie interrumpiera su plan y tampoco que alguien los descubriera.

—Listo —musitó en tono bajo, viendo el cuerpo del mayor acostado panza arriba como un pequeño cachorrito—. Sólo espero que Jungkookie hyung no me pegue.

Tragó saliva. Ese era el mayor de los problemas, ya que se estaba arriesgando a un inminente rechazo por parte del omega.

¿Y si Jungkook hyung no nos quiere dar un beso? ¿O si le da asco besar a otro omega?

Las dudas crecieron a la misma vez que avanzaba hacia el mayor.

Por todas las lunas, Jimin. Estoy seguro que eso no pasará. Incluso, puedo jurarte que corremos un gran riesgo pero con salir de aquí con un cachorro dentro de ti.

un omega de mentira 丼 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora