El sol apenas se encontraba saliendo, sin embargo la ambas llevaban ya varios minutos caminando . En la mochila de Hyunjin, dos latas de pintura en aerosol chocaban haciendo un tintineo con cada paso que daba.
Heejin no tenía ni idea de hacia dónde se dirigían, ni tenía un buen presentimiento al respecto. Sin embargo, la siguió como un cachorro confundido.
Alejándose de la carretera se desviaron hacia una orilla, Hyunjin se detuvo y observó hacia los costados. Comenzó a caminar por el sucio camino de tierra.
"H-Hey," dijo Heejin, alcanzando a Hyunjin. "Esto propiedad privada".
"¿Oh, de verdad?" Dijo Hyunjin, mirando el letrero. "No me importa."
Sin pensarlo más, Hyunjin caminó más y más hasta que se encontró con un desvío en el camino. Echando solo una mirada, se dirigió por el carril izquierdo.
"Hyunjin", dijo Heejin mientras subían la colina. "¿A dónde vamos?"
"Al peor lugar al que iras en tu vida", murmuró Hyunjin.
"¿Y eso es?" Preguntó Heejin, luchando por subir la colina.
"Aquí", dijo Hyunjin.
"¿Qué es esto?" Preguntó Heejin.
De pie en la cima de la colina pudieron observar aquel establecimiento rodeado por alambre de púas. Dentro de los alambres se podían ver varios edificios. En cuestión de segundos, el corazón de Hyunjin comenzó a acelerarse.
"Un campamento de verano", dijo Hyunjin sarcásticamente.
"Oh. Se ve deprimente", dijo Heejin.
"Heejin, es increíble que creas que esto es un campamento de verano", dijo Hyunjin mientras arrojaba su mochila sobre la cerca de alambre.
"¿No es un campamento de verano?" Preguntó Heejin.
"¿Parece uno?" Hyunjin preguntó de vuelta.
"..."
"Mierda, es un "internado religioso"", dijo Hyunjin. "O campo de conversión".
Saltando sobre la cerca, Hyunjin trepó por la parte superior y bajó al otro lado, dejando atrás a una Heejin completamente estupefacta. Para cruzar la valla, no le tomó más de veinte segundos, pero Heejin fue otra historia.
"Cuando llegues a la cima, pon tu pie en el cable y da un empujón", dijo Hyunjin. "Entonces agarra la valla y bájate".
Las instrucciones parecían simples, pero resultaría ser todo lo contrario cuando la mano de Heejin atravesó el alambre y ella cayó al suelo.
"Déjame ver", dijo Hyunjin, agarrando la mano de Heejin.
Un largo corte se veía en la palma de Heejin y la sangre había comenzado a salir. Rápidamente, Hyunjin sacó un paquete de tiritas y colocó dos en el corte.
"¿Hello Kitty?" Dijo Heejin con una pequeña risa.
"Solo las mejores tiritas", dijo Hyunjin, mientras caminaba hacia las instalaciones vacías.
"¿Está abandonado?" Preguntó Heejin.
"No, solo llegamos temprano", dijo Hyunjin, luego señalando otro edificio. "Si todavía recuerdo, recién están comenzando el servicio matutino dentro de la iglesia".
"¿Eh? ¿Recuerdas?" Dijo Heejin, abriendo los ojos como platos. "¿Has estado aquí antes?"
Sin responder, Hyunjin agarró una piedra del suelo. Utilizando toda su fuerza, la arrojó directamente a una ventana.
"Perdí más de dos años de mi vida aquí", dijo Hyunjin. "Hoy fue el día en que mis padres me enviaron aquí".
Le pasó una lata negra de aerosol a Heejin, y comenzaron su recorrido por aquel campamento. Todo lo que se pudiese arruinar lo arruinaron con pintura. Paredes, ventanas, letreros, etc. Para Hyunjin, fue un infierno caminar por el lugar en el que una vez sufrió. Al mismo tiempo, le era terapéutico verlo en ruinas.
