Y... ¡Otra novela terminada con éxito! Poe estaba seguro que este nuevo misterio sería imposible de resolver, incluso, para Ranpo.
Edogawa Ranpo. El mejor detective del mundo. Su adorado rival. El hombre al que más admiraba.
Si tan sólo pudiera sorprenderlo una sola vez, estar a su altura, sería como tocar el cielo.
Pero basta de soñar despierto, tenía una novela que entregar.
"Oh Karl, ven, vamos a visitar a Ranpo-kun. Me pregunto si debería llevarle unos dulces, es decir, debe ser un arduo trabajo poseer tanta inteligencia..." Salió de su casa, perdido en su pensamientos, sin saber que ese sería el último día normal en su pacífica vida...
A unas cuadras de distancia, una pareja feliz observaba el paisaje.
"Cornelia, ¿Qué opinas de este? Parece bastante prometedor." Una bonita mujer de cabellos rojizos señaló a un transeúnte que caminaba por el parque.
La rubia de nombre Cornelia negó con la cabeza. Parecía querer decir algo pero ninguna palabra salió de su boca.
Hasta que vio a Poe y sus manos se movieron a toda velocidad.
"¡Es el, es el, el es perfecto para el proyecto!"
La mujer pelirroja que estaba a su lado no parecía convencida, pero lo que hiciera feliz a su novia la hacía feliz a ella también.
"Entonces es todo tuyo amor." Dejando que su linda pareja se encargara de todo, Colleen se dispuso a disfrutar el espectáculo. Siempre era un espectáculo ver a 《Corazón de Tinta》 en acción.
Caminando tranquilamente por aquella plaza vacía, Poe ignoraba el peligro que corría.
"...el hombre paso por el aquel parque conocido sin detenerse, no quería llegar tarde. Y ese fue su error..."
Edgar tenía un mal presentimiento. Llámalo paranoico pero sentía que estaba atrapado en una habilidad enemiga. Lo único que podía hacer era intentar salir de ahí con vida.
"Camino a paso apresurado tropezando, para su mala suerte, con un gato negro."
Y ahí estaba, aquel gato que Poe conocía muy bien. Observándolo con su único ojo amarillo acusador, Edgar tuvo miedo.
"El gato lo miro. El miro al gato. Y de los otrora blancos dientes felinos del animal, salió una maldición:
―A mi, que me abandonaste a mi muerte y soledad, te condeno a ser amado por todos...― El gato negro comenzó, pero el viento tapó la mayoría de sus palabras.
Lo último que aquel aterrado hombre pudo escuchar fue:
《Y todo lo que amaba, lo amaba sólo.》"Lo último que Poe vio antes de desmayarse fue la sombra de un gato maullando aterradoramente al oscuro cielo.
La maldición se había completado.
Era hora de abrir el telón y...
¡Que empiece la función!
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¡Por el amor de Poe!
FanfictionEdgar Allan Poe era sólo un tímido escritor que deseaba encantar a su rival, ¡No enamorar a cada persona en un radio de 500 metros! Atrapado entre confesiones, celos y cartas de amor ¿Podrá Poe resolver este misterio? ¿O será conquistado por aquell...