"El demonio es un ángel"

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Después de un largo día en la Universidad, Ronnie regreso a casa temprano para cuidar de sus hermanos debido a que Nathan le había avisado que ese día no iría a trabajar. No había preguntado la razón, ya que tenia muchas cosas en mente en relación a la escuela, así como con el mensaje de Debby que no lograba comprender.

Estaba a punto de llamarle cuando ella, Liam y Nathan se presentaron en su hogar.

—Pero ¿qué te paso, Liam?

Comento, impresionada al ver el hematoma enorme que tenía en el rostro

—Fue un pequeño rasguño, nada más—dijo gracioso mientras tomaba asiento

—Creo que no eran amigos ¿verdad? —pregunto yendo hasta la cocina para traerle algo helado a Liam para ese ojo

Nathan bufo sentándose bruscamente en el sofá. Su rostro aun estaba que echaba lumbre. No era muy común verlo de esa manera por otros competidores. Generalmente siempre eran idiotas que perdían y se largaban así como habían llegado para evitar problemas con Nate y su banda.

—No saben perder, eso es lo que pasa. Pero ya se acostumbrarán

—¿Hablas de que no se marcharon rápidamente? —pregunto queriendo saber mas de lo que ocurria

—Piensan quedarse, según ellos—se burlo, y Liam tambien rio—No duraran mucho, y para prueba, esta misma noche se regresaran llorando a sus casitas, asi que espero que no te pierdas el show.

—Por supuesto que iré—les afirmó —¿Quieren comer? Mis hermanitos están comiendo apenas

—Gracias amor, pero solo veníamos a dejar a Debby. Liam y yo debemos de checar las motos para esta noche. Nos encargaremos de que no duren mucho en el vecindario

Liam entendió la mirada que su amigo le dio, por lo que solo asintió con una sonrisa burlona. Esperó que se retiraran para acercarse a su amiga quien no había dicho palabra alguna desde que habían llegado, algo demasiado extraño en ella.

—Bueno, ¿me quieres explicar que te traes?. No has dicho una sola palabra desde que llegaste.

A la castaña sus mejillas se le tiñeron de color carmín, lo que dejaba a Ronnie aún más confundida. Incluso se asusto cuando Debby sostuvo un cojin sobre su rostro y grito como niña pequeña.

—Me estas asustando, ¡habla! —exigió a lado de ella—¿Por qué fue el mensaje de ayer?

—¡Es que los hubieras visto llegar!. Sus chamarras eran hermosas, y te juro que daban miedo. Por si fuera poco, le declararon la guerra a Nathan apenas tenerlo frente. Era como si supieran quien era él

Hablo tan rápido que al final tuvo que soltar todo el aire que había gustado.

—Bueno, ¿Quién no sabe quien es Nate en el mundo de las carreras? Tu hermano es toda una leyenda—trato de decir obvia—Lo que quiero saber es ¿por qué el cuento de hadas cuando golpearon a tu novio?. Mas que eso debió de ser una pesadilla.

Nathan con su banda de motocicletas,  The Danger", eran populares, eran literalmente los reyes de las carreras clandestinas. No solo del vecindario, de toda la ciudad y fuera de ella. Tanto, que incluso tenían de su parte a la policía. Les daban el pitazo cuando iban en camino para que ellos pudieran huir sin ningún problema.

Asi que, no importaba de que lugar llegaran, Nate siempre se encargaba de enseñarles quienes mandaban en ese territorio. Y de quienes se tenían que cuidar.

—¡Liam es un exagerado! —bufo aventando el cojín—El golpe fue porque uno de los nuevos se intento pasar de listo conmigo. De ahí surgió el escandalo. Hasta la policía llego, aunque bueno, nosotros ya habíamos huido. Quizas y ni vayan esta noche porque los debieron de haber detenido.

SIRENA [H.S] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora