Cuando WinWin despertó al día siguiente, seguía sin creerse todo lo que había sucedido. El olor a pan tostado lo saco de sus inseguridades y antes de que se decidiese levantarse, la puerta de la que solo por esas horas era su habitación, se habrío mostrando a un sonriente TaeYong seguido de otro alegre Yuta.
- Buenos días dormilón.- exclamo TaeYong abriendo las cortinas. WinWin se incorporó a la cama y sonrío cálidamente al mayor.
- Buenos días.
- Te vez mucho mejor hoy, ¿dormiste bien?
- ¡Como un bebé!.- Exclamó WinWin ante la simpatía del contrario.
- Me alegro, ¿porqué no te levantas a desayunar? sé que es algo temprano para que un adolescente se levante un día sábado... pero ya sabes, es víspera de navideña y me gustaría que comieras con nosotros.
A WinWin se le estrujo el corazón. Vio a Yuta sonreírle desde la puerta y bajó la mirada emocionado.
Desayuno, en víspera navideña...
Su cuerpo dolía todavía, pero las cálidas intenciones de TaeYong parecían ser la mejor anestesia que jamás habría probado para su dolor. Asintió aguantando las ganas de llorar. se sentía extrañamente conmovido... Al ver a aquellas dos personas frente a él. TaeYong sonrío cálidamente y salió de la habitación diciendo que lo esperaba en la cocina.
Yuta quien seguía sonriéndole desde la puerta se adentró a la habitación y tomo asiento junto a WinWin.
- ¿Estás listo para tu segundo deseo?.- WinWin ladeo la cabeza y chasqueo los dientes.
- No estoy seguro.- Respondió con honestidad.
- No importa.- Dijo el castaño.- ya sabrás que desear... solo ten presente que ten quedan solo dos deseos y que soló podran cumplirse antes de que acabe la navidad... mañana a las doce de la noche, la magia que se a otorgado... desaparecerá.- Concluyo Yuta poniéndose de pie para dirigirse a la puerta y decir.- Rápido, huele delicioso.
Entonces WinWin sonrío atontado. Se quito las sabanas de encima y se dirigió al baño, para mojarse la cara y hacer... ciertas necesidades... finalmente se miró unas cuantas veces al espejo, notando y preocupándose por primera vez sobre lo increíblemente delgado que estaba su cuerpo y viendo... nunca se había observado tan a fondo... Era la primera vez sobre lo increíblemente delgado que estaba su cuerpo y veía sus cicatrices, sus ojos, su boca... su expresión, y era extraño, porque a pesar de no haberlo notado nunca, sabía que aquel brillo de ilusión y alegría en sus ojos no estaba antes. "Una cuantas horas cambiaron mi vida... una sola palabra mi corazón, y tres extraños desconocidos... mi ilusión". Caminó hacía la cocina con el semblante energético y descansado. Sonrío grandemente allí al ver sentado a Yoon Oh bebiendo de una taza de amargo café, a TaeYong sentado alegremente en una de las sillas que sobraban.
- Buenos días.- Dijo tomando asiento frente a Yoon Oh, quien al verlo dejo su café en la mesa y sonrío con amabilidad.
- Buenos días muchacho.- Decía el mayor cuando TaeYong tomaba asiento a su lado y sonreía.
- Realmente te vez mucho mejor.- Señalo TaeYong dejando un bol de cereal frente a él.- Debes alimentarte bien para que sanen también tus heridas. WinWin mostro sus dientes con simpatía y asintió al ver caer la blanca leche en su cereal. Tomo la cuchara que era ofrecida y comenzó a comer, esta vez más lento y pausado, disfrutando cada bocado.- Hoy saldré a hacer unas últimas compras para esta noche.- Informo TaeYong.- Asi que se quedaran ustedes dos solos.- JaeHyun asintió sin darle mucha importancia a las palabras de su esposo, tomo su café y mastico una tostada.- WinWin te pido que vigiles a JaeHyun, es capas de incendiar la casa cunado no estoy .- El más joven escupió una carcajada y el mayor un pedazo de pan.
- ¡Tengo casi cuarenta años, no necesito de un niñero!.- Exclamó JaeHyun enfrentando la divertida sonrisa de TaeYong.
- Si, pero últimamente te metes en más problemas que un niño de cinco años.- gruño TaeYong sacándole la lengua a su esposo.- En fin, les dejare una lista de las cosas que deben hacer.- Dijo reincorporándose en su asiento y comiendo una cucharada de cereal.- Pero antes debo revisar las heridas de WinWin, así que apenas termines tu cereal te diriges a mi habitación.- TaeYong apunto con la cuchara al pelinegro, este último escucho una risita de Yuta.- ¿Entendido?
WinWin vio entonces quien mandaba allí. Asintió y siguió comiendo cereal.
ESTÁS LEYENDO
Mi milagro (WinYu) (JaeYong)
عاطفيةLas personas suelen pensar que los milagros llegan como luz resplandeciente desde lo alto de los cielos...que caen sobre nosotros cumpliendo nuestros mas grandes deseos y anhelos...y claro, no están muy lejos de la verdad...lo que no saben es que lo...