Doceava Parte

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WinWin observo una última vez el lugar donde había pasado la noche y había compartido con dos personas tan increíbles. El auto se hecho a andar, con ellos tres en silencio. En el camino JaeHyun  había intentado romper el silencio con alguno de sus chistes y sus sarcásticos comentarios, pero nada daba resultado. Observo a Yuta quien a pesar de su incomodidad sonreía. le sonrío de vuelta sabiendo que ahora solo le quedaría él. No  le convenía sacar a flote las palabras de antes, el castaño había sido muy claro y era agobiante, pero debía de disfrutar de esa sonrisa mientras durase.

¿Cuánto le quedaba?¿Cuándo se iría de su lado?

Ojala nunca.

El auto se detuvo una hora después. Su estomago se revolvió por completo. Observo la entrada de ese decadente lugar en él que había crecido rodeado de odios y rencores, un lugar de que a pesar de las cosas horribles  había conocido a otros niños que no habían sido tocados por estas, ya que ya se habían ido, y que si bien lo habían dejado solo... lo habían ayudado a mantener su espíritu intacto. Sabía que si se iba de allí nadie lo buscaría. Pero estaba bien resistir un poco más... ya cumpliría la mayoría de edad y se iría como los otros... solo tenía que aguatar y mirar hacía adelante. Se bajo del auto seguido de JaeHyun y TaeYong, quienes silenciosamente s pararon a su lado.

- Entonces aquí vienes.- Comento JaeHyun sonriendo.- Has vuelto sano y salvo... ¿Hay alguien con quien debamos hablar? 

WinWin levantó la mirada y negó de inmediato.

No, imposible, ellos no pondrían un solo pie en ese lugar.

- No es necesario. Estaré bien, de todos modos.- Se alejó unos pasos y se voltio hacia la pareja.- Muchas gracias, por todo, son increíbles...- Dio la vuelta no pudiendo soporta el dolor que se posaba en su pecho.

- Espera.- TaeYong lo detuvo jalándolo del brazo.- Yo... muchas gracias también.- Entonces no aguanto las lágrimas, estas solo salieron.

- N-no hay nada...

- Te equivocas.- Le detuvo JaeHyun acercándose a ellos.- Creo que Taeyongie y yo pienso lo mismo, eres un chico increíble.- El mayor abrazo al menor.- asegúrate de que nadie te diga lo contrario, nos fuiste de demasiada ayuda, aunque fue muy poco el tiempo que estuviste con nosotros... muchas gracias... Lágrimas y lágrimas llenas de incertidumbre brotaban por los ojos de los tres. Era una despedida después de  todo. 

- Nosotros esperamos volver a verte algún día.- dijo TaeYong cuando estos se separaron.- No te olvides de pasar por el hospital, si llegas a tener un accidente de nuevo, siempre estaré yo para ayudarte ¿bien? Solo con decir tu nombre... es muy bonito y jamás podre olvidarlo. 

-Si, muchas gracias.

Entonces WinWin decidió finalizar con aquella dolorosa situación, dio unos pasos atrás alzando la mano en forma de despedida. vio a Yuta a su lado y observo el collar que colgaba de su cuello. Se detuvo. Con su corazón latiendo mil por hora dio la vuelta.

- Hay algo.- Observo la mirada empapada de  TaeYong.- ¿Cuál hubiese sido su nombre?.- Pregunto con seriedad

TaeYong se sorprendió en un comienzo, pero miró a JaeHyun de reojo lo supo y sonrío.

-Yuta.- Respondió TaeYong.- Nakamoto Yuta.
Hubiese sido su nombre.  

WinWin sonrió diciéndose a él mismo que no le hubiese sido, era su nombre.

cumplía diecisiete esta noche, ¿verdad?.

TaeYong dejó escapar un sollozo y asintiendo respondió.

-Asi es.

-Yuta, es un nombre muy lindo.

JaeHyun sonrió desde atrás.

-Lo sé.

Mi milagro (WinYu) (JaeYong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora