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Capítulo 51

La bomba acaba de estallar cerca de la trinchera y mis oídos aturdidos lo confirman. Los gritos de Caroline se escuchan distorsionados mientras bajo las escaleras corriendo. Me detengo en el primer piso. Tengo dos caminos para elegir: la puerta de salida; la que me llevará lejos de ésta familia, de ésta ciudad, de éste país o el segundo; la cocina donde almacenan las bebidas alcohólicas. Y creo que la última me queda más cerca.

-¡¿A dónde vas pendeja?! ¡No me dejes así Jones!- aún en un estado de completo shock, oigo a la rubia recriminando detrás mío con una voz quebradiza que pone en evidencia lo asustada que está, pero que se calma al instante en el que me ve destapar un carísimo ron casi que con telepatía en vez de ir directo hacia la salida -Eso es sí, que gran idea, ¡bebamos mientras me ayudas a resolver este problema!-

Wyatt intenta arrebatarme la botella y yo cacheteo su mano con una expresión seria, para luego absorber gran parte del líquido intentando no hacer arcadas. Necesito tragarme la tristeza, la ira y la confusión lo más pronto posible -Quieta. Tú ya no puedes tomar- la observo fijamente y suspiro sentándome en una de las sillas que se encontraba en la isla -Podrías decirme, es decir, cuéntame lo que sucedió. Y se leve, ¿sí?-

Caroline arruga su ceño y levanta sus brazos exasperada -¿Qué no te sabes la historia de la abeja y la flor? Osea, cuando un pene entra en una...-

Golpeo el vidrio de la botella contra la madera y tiro mi cabello hacia atrás, ésta mujer provoca que me salgan canas verdes -¡Que ya sé como maldición!- controlo mi respiración y cuento hasta diez para luego proseguir. Escondo mi cabeza entre las manos y susurro casi inaudible mi ahora, mayor temor -Solo, dime que no es de James. Deja mis esperanzas intactas, por favor-

La futura señora Henderson se sienta sobre la isla pegando un salto y me observa de arriba abajo con una sonrisa burlona -Así que era verdad, vaya. Sí estas enamorada de él- bajo mi guardia y la piel se me pone de gallina. ¿Con qué cara pude hablarle y exigirle de esa manera? ¿Y ahora confesarle tan abiertamente que su esposo me trae loca? Quiero con todas mis fuerzas enterrarme en la tierra ante tanta vergüenza, pero una mano en mi hombro me saca del transe -No es de él-

El alma me vuelve al cuerpo y sonrío como una estúpida, pero luego me doy cuenta de aquella confesión -Espera, ¿qué?- levanto mi vista y limpio una lágrima rebelde, pero del otro lado veo el mar de lágrimas que lanza la rubia y mi instinto materno se activa. Me paro frente a ella y levanto su rostro con mis manos -Caroline, háblame por favor, estoy aquí para escucharte-

-La cagué Jones. Lo hice desde un principio- comienza a moquear y pasa la muñeca por su nariz limpiándola. Pero sí, incluso así se ve hermosa. Se recuesta sobre mi hombro mientras intenta calmar su respiración y luego de unos minutos de silencio, logra comentar -James no quería el pase libre, ¿lo sabías? Todo fue un invento mío. Ambos teníamos una bonita relación, éramos una pareja muy feliz. Pero luego conocí a este chico y, la jodí completa-

Sobo su espalda e intento darle toda la comodidad posible para que se sienta más a gusto y pueda tranquilizarse con mayor facilidad -¿Estas hablando del chico con el que te encontré en el sillón aquella vez?-

Caroline ríe pesadamente ante el recuerdo -Marcus, sí. Ese bastardo- se separa de mi y refugia sus manos dentro de su camiseta de diseñador, ahora decorada con manchas de vómito -Henderson sabía que estaba empecinada con él y para mantenerme feliz aceptó que tengamos una relación abierta, pero como yo no quería parecer una perra, hice que él también buscase a alguien más mientras tanto.  Al principio Marcus me llamaba la atención porque era el típico chico malo, sabía que sólo era un capricho para mi. Me hacía sentir que aunque nuestra relación fuese sabida, lo que sucedía entre nosotros era prohibido y como una estúpida caí en sus encantos. Luego de dos meses juntos, ya no sentía que era un capricho. De verdad lo quiero-

-Dijiste eso en tiempo presente- remarco, atenta ante aquella declaración.

-Lo hice. Pero él no es una buena persona Myrna. Él no es como James. Yo lo tenía todo, un hogar, un hombre maravilloso, podría haber tenido una familia común y corriente pero no, decidí ir por el camino empantanado- Caroline soba su estómago mientras contiene sus ganas de explotar y mi corazón se estruja -¿Crees que cuando Henderson se entere del bebé seguirá todo igual? Y si así fuese, ¿crees que lo merezco? Atrasé por meses enteros la fecha de bodas porque como una tonta creí que Marcus me buscaría, ¿te parece que James va a aceptarme otra vez? Todo el dinero es de él, mis padres no me hablan y no tengo una maldita amiga desde el jardín de infantes. Estoy perdida Jones, no tienes ni idea de lo derrotada que estoy-

Observo el líquido de la botella mientras pienso. Bebo de ella y luego me dirijo a la rubia, sin mirarla -No lo estás. No si James no se entera-

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Juju.

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