𝕃𝕀𝔸
Había estado muy cansada estos días, así que cuando mamá salió de casa y papá seguía por ahí, borracho, yo decidí acostarme y echarme una siesta. Aunque sabía que nada más cerrar los ojos, aparecen las pesadillas.
Pero para mi mala suerte no pude conciliar el sueño ya que se escuchó un portazo, creo que de la puerta principal.
Eso me asustó un poco así que me levanté cuidadosamente de la cama para ver quien había entrado. Salí de la habitación y empecé a recorrer el pasillo lentamente.
De repente escuché como algo se rompía, haciendo que diese un brinco, una voz hablo, bueno más bien, grito, y la reconocí de inmediato.
Fui corriendo de nuevo a la habitación.
Cuando estuve dentro empecé a arrastrar un mueble a la puerta para bloquearlo, el cuarto tenía pocas cosas para bloquear así que decidí esconderme, lo más inteligente sería salir por la única ventana que había en la habitación pero ya lo había intentado anteriormente, está siempre estaba cerrada con una llave que yo no tenía y no quería que los vecinos escuchasen el alboroto al romperla, así que decidí meterme debajo de la cama, hiperventilando.
Le escuche gritar mi nombre.
De pronto la puerta empezó a ser aporreada constantemente y yo empecé a sollozar al saber lo que pasaría si la conseguía abrir.
Seguía gritando mi nombre hasta que escuché como el mueble que había delante de la puerta se arrastraba haciendo que la puerta quedase entreabierta.
Me tapé la boca con la mano, intentando evitar que se escucharan mis sollozos.
Vi sus zapatos los cuales crujían al pisar el suelo. Estos se pararon y cerré los ojos con fuerza.
De la nada sentí como algo tiraba de mis pies. Unas manos.
— ¡Te pensabas que podías escapar de mi, pequeña! —gritó papá.
Yo seguía tirada en el suelo y él estaba encima de mí, con sus manos alrededor de mis brazos.
—No... —dije entre sollozos entrecortados — por favor, no.
Me levantó del suelo y me tiró sobre la cama.
Como siempre, me negaba, intentaba escapar, pero él empezó a arrancar una de las pocas camisetas que me quedaban.
—¡¡Estate quieta!! —alzó una de sus manos, me abofeteó.
— ¡NO!
Cuando por fin quitó toda mi ropa, me repasó con la mirada, viendo cada una de mis quemaduras redondas.
—Eres horrible —yo simplemente negaba con la cabeza, esas palabras solo hacían que mis inseguridades creciesen.
Me dio la vuelta y me sujetó la cabeza con una mano.
Escuché como se bajaba...
— ¡No! —grité, ya despierta.
Me senté del tirón en la cama, otra pesadilla, otro recuerdo del pasado.
Pase el dorso de mi mano por debajo de mis ojos, que estaban empañados por mis lágrimas.
Me levanté de la cama, hiperventilando.
Hay un nudo en mi garganta. La opresión dentro de mi pecho es asfixiante. Me cuesta respirar y pensar con claridad. Me siento agotada de toda esta mierda.
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Nuestros atardeceres [PAUSADA]
Romance[PAUSADA] *SINOPSIS PENDIENTE POR CAMBIAR* Lia estaba rota, no había pasado mucho tiempo desde lo ocurrido y ella se había cerrado a todo tipo de sentimientos, pero... en el momento más inesperado apareció Eleanor, la chica que le salvó. Era obvio q...