愛 lemon scent ━ zosan

#08.

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「༻CAPÍTULO OCHO.༺」

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En algún punto, el silencio absoluto se apoderó del ambiente por completo, más específicamente en aquél extenso gimnasio, a pesar de la cantidad de estudiantes presentes en el mismo. Quizás, una de las respuestas más simple, era la enorme presencia que causó el más bajito sobre el cuadrilátero.

Tanto él, como su cuerpo, lucían completamente relajados; sin nervio alguno. Sus manos, escondidas en sus bolsillos, parecían más bien estar descansando, como si fuesen realmente innecesarias como había hecho parecer cuando lo mencionó. Al contrario, sus pies no dejaron de moverse en ningún momento; ya fuese por estar dando pequeños saltos o golpeando el suelo con la punta del mismo.

Nada, absolutamente nada pasó de largo para Zoro. Extrañamente, sentía que no podía sacarle los ojos de encima, en ningún momento. Su cabello rubio bailando con el viento que se ventilaba dentro del sitio, aquella sonrisita inconsciente de superioridad sobre sus labios y el ajeno movimiento de pies que no acostumbraba a ver. No sólo había desafiado a uno de los alfas más fuertes de la clase, sino que también a él mismo. Y ni siquiera le había jodido.¿Con qué más iba a sorprenderlo? Estaba ansioso.

— A pedido repentino del estudiante transferido, cinco minutos es todo lo que tendrán.— Anunció el entrenador, alejándose hacía una esquina.— No hay armas de por medio y no es necesario un golpe certero, bastará con hacer caer al oponente. Cuando lo consigan, todo acabará, ¿vale?

— No dejas de defenderlo indirectamente, Doffy.— Se quejó el alfa, mientras el rubio simplemente asentía desde su sitio.

¿Cuándo había sido la última vez que estuvo en una pelea con un alfa? Ah, realmente prefería olvidarlo, más cuando se trataba de ellos. Aún así, no podía evitar cuestionárselo de vez en cuando. Ya saben, a modo de un efímero recuerdo. Además, pensándolo desde otra perspectiva, de alguna forma, se sentía muchísimo más emocionado en esta ocasión. ¿Era por su confianza en él mismo? podría serlo o, bueno, más bien, quizás era porque alguien más estaba confiando a ojos cerrados en su victoria.

— No deberías exponer a los estudiantes.— Le reprochó Crocodile cuando se acercó al lugar del escándalo, tomando asiento cerca de él.

— Está aquí por su cuenta.— Se excusó el otro entrenador, esbozando una sonrisa.— Las reglas son bastante claras aquí, ¿sabes?

— No me haré responsable por tus actos.— Y así, seguido a ello, con el ceño fruncido, se limitó a guardar silencio. Aunque el contrario no pareció interesarse en sus amenazas.

— ¡Pueden comenzar!— Exclamó por lo alto, después de realizar un pequeño sonido de inicio con el silbato que colgaba en su cuello.

El barullo comenzó de nuevo e incluso inofensivas apuestas acerca de quién tomaría la victoria se presentaron entre los estudiantes, especialmente entre los mismos alfas que apoyaban únicamente a su linaje. Estaba de más decir que comentarios entre los alumnos acerca del combate, tanto buenos como ofensivos, no faltaron en el ambiente, a excepción de algunos que prefirieron observar en silencio el movimiento de ambos protagonistas.