VALESKA ~ Ivar the Boneless ~

XXII

Un festín se llevaba a cabo en Trunderup, ah Harald le gustaba tratar bien a sus invitados y mas cuando se trataba de aliados poderosos, el lugar estaba lleno de gente y de comida, pero lo que mas abundaba, era barriles llenos de hidromiel, todos tomando para relajarse y olvidar la tensión o los problemas. A la cabecilla de la mesa estaba Harald, y frente a el estaba Ivar que bebía disfrutando del momento, desde que se le había informado que no encontraría a Valeska cerca de ahí, había estado con un humor que ni el mas valiente se atrevido a cruzarse frente a él, pero en ese momento se celebraba la alianza entre el y Harald y no dejaría que nada le impidiera disfrutar de toda la comida y bebida frente a él, ni siquiera los duros recuerdos de su amada.

Limpiándose las manos llenas de grasa del pollo que había estado comiéndose, se giro hacia Harald.

-Entonces, ¿Cuándo atacaremos?- pregunto siendo directo, estaba impaciente por recuperar el reino de su padre y cobrar venganza contra la mujer que había asesinado a su madre. 

-Convocare  a mis nobles.- explico su situación, el poder de ser un rey conllevaba una gran responsabilidad, no podía tomar a sus guerreros y ir a la guerra, había procesos y opiniones que tenia que escuchar y considerar.- y mis naves necesitan ser reparadas y preparadas como las tuyas. 

Ivar asintió entendiendo los puntos de Harald, no interrumpiendo dejo que continuara.- Y cuando esto suceda, tendremos una flota de al menos 70 barcos.- calculo, sabiendo que era un numero poderoso se ergio orgullosos sobre su silla. 

-Esta noche hay luna llena.- hablo Ivar pasando sus vista de sus manos al rostro de Harald, analizando la situación hizo un rápido calculo del tiempo en el que pensaba estarían listos.- Digamos que atacaremos dentro de dos lunas llenas. 

-Muy bien.- estuvo de acuerdo Harald y alzando su copa brindo por sus planes. 

...

Valeska estaba acostada en su cama observando el techo de la cabaña, con las manos sobre su pecho respirando con tranquilidad perdida en sus pensamientos, tenia puesta su capa para salir, lista para dirigirse a la celebración que seguramente ya había empezado, podía escuchar a la lejanía el bullicio de la gente y los tambores sonar, no quería perderse el ritual de sacrificio, y si fuera por ella, ya estaría ahí, el problema de su retraso tenia nombre y caminaba de un lado para otro en la misma cabaña que ella.

-Listo.- anuncio Daven colocándose su pesado abrigo de pieles. Valeska se enderezo y lo miro de pies a cabeza, enojada porque no noto ningún cambio, lo fulmino con la mirada. 

-¿Me hiciste esperar tanto para nada?- pregunto inclinando levemente la cabeza  acusándolo con la mirada. 

-No encontraba mis botas, ni mi camisa.- se excuso abriendo la puerta para que Valeska pudiera salir. 

-Seguramente alguna de tus conquistas las escondió.- menciono con burla haciendo que Daven rodara los ojos, no eran conquistas, eran sexo de una noche, y si, la prisa con la que solía desvestirse, o ser desvestido, hacia que sus cosas terminaran tiradas por ahí, muchas veces ocultándolas a su vista, pero no lo iba a admitir frente a su amiga, sabia que la castaña se burlaría de él cada que la situación se lo permitiera. Prefirió quedarse callado, miro a Valeska a su lado, tenia puesto un vestido azul oscuro y el corsé café sobre este acentuaba su cintura, su cabello estaba suelto y casi le llegaba a la cintura, había decidió no trenzarlo, la capa pesada en sus hombros volaba cuando caminaba, levantada por el aire, le daba un toque casi mágico a toda su presencia, sonrió para si mismo evitando decir un comentario sobre ella llamando la atención de hijo del conde vestida así, esperaba que su amiga superara al fin al Deshuesado y Aren era el candidato perfecto para conseguirlo, pero a pesar de sus deseos, no podía apresurar las cosas, ni el ni nadie, todo estaba el Valeska y si decidía volver a abrirse con algún hombre.