Capítulo 8

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Guillermo

No quiero, no quiero decirle lo que me pasó, al menos no ahora. Traté de guardar esa parte de mi en lo más profundo de mi ser, pero ahora..., El pasado regresa, para atormentarme y aunque lo olvidé por un tiempo, ahora es inevitable no recordarlo.

Ya es de noche, y si no fuese por la tenue luz del bombillo amarillento que cuelga del techo, no pudiese ver su perfecto rostro. Sus facciones me demuestran que está preocupado, su respiración es calmada, en cambio la mía no.

Llevamos un rato en silencio, hasta que él lo rompe

-Esta bien, no me digas-Dijó rendido, desanimado de esperar algo que no va a pasar, por lo menos ahora no

-Por ahora no-le dije bajando la mirada

Estoy muy molesto por que me siento vulnerable, no quiero sentirme así. Odio sentirme vulnerable

-Esta bien-sonríe comprensivo y acaricia mi mellija otra vez

-Ya es de noche

-Si-dice y sus hermosos ojos azules como el cielo mismo dejan mis ojos para ver hacia la ventana, se queda un rato mirando y luego me vuelve a mirar- creo que debería ir a buscar algo para comer

El ambiente entre nosotros se siente incómodo ahora

-Si, voy contigo-Me levanto al mismo tiempo que él

-No-dijó deteniendome- Iré yo, tú espera aquí, ¿vale?

-Ok

Y así sin más se va

¿Porqué se habrá comportado así?

Trato de calmarme y lo logro, no quiero pensar más en mi pasado. Pienso en que puedo hacer mientras Eric no está y lo único que se me ocurre es dibujar. Saco todo lo que necesito, y al empezar a dibujar me dejo llevar.

Eric

No puedo dejar de pensar en lo que le pudo haber pasado a Guillermo. Por su expresión y como actuó diría que fue algo grave, algo que aunque trate de olvidarlo, no puede hacerlo. Él es reservado, pero me gustaría que conmigo no lo sea, sé que apenas nos conocemos pero con el tiempo espero que me tenga confianza, tanta como para contarme lo que le atormenta.

De la nada suena mi teléfono y lo saco de mi bolsillo

Es Rose

Suspiro resignado y contesto

-¡¿Se puede saber donde diablos estás?! - gritó

-Se complicaron las cosas -digo para calmarla

-¿Cómo que se complicaron Eric? -sigue alterada

-El tren, aun sigo en el tren

-¿Y se puede saber por qué? -dice con ironía

-Algo ocurrió con los Frenos y las turbinas, no se como explicarlo bien-llevo mi mano izquierda hacia mi cabello y lo jalo un poco, estoy
estresado

-¡¿Pero estas bien?! ¿Verdad? -puedo escuchar la preocupación en su voz

-Si, lo estoy, solo que por obvias razones no estaré allí

-¿Y eso que significa? -pregunta temerosa-¿no vendrás?

-Por los vientos que soplan, no, serán aproximadamente tres días a menos que se tarden mucho en venir ha arreglar lo que sé dañó

No puede ser¡-grita, otra vez-Todo se va a arruinar, tú tenías que estar aquí, no sé qué hacer me prometiste que vendrías

-Lo sé -suspiro-pero no es mi culpa lo que le pasó al tren Rose-le dije-Además tranquilizate por favor, deberías agradecer de que estoy

Encerrados en el tren: Eric y GuillermoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora