—¿Mudarte? —veintiún años y Doyoung le ha contado a Johnny que desea mudarse de la casa de sus padres pues está a nada de terminar la universidad. —Doyoung...
—Me siento solo aquí, mejor sentirme solo en mi propio departamento —Doyoung se alzó de hombros. —¿Qué dices?
—Sabes que te apoyo en todo ¿Cierto? —Doyoung asintió. —Esto no será la excepción, empaca tus cosas, yo te llevaré al departamento.
Ese mismo día en la noche llevaron todas las cosas del pelinegro a aquel departamento que le habían regalado en su cumpleaños.
—Bien, suerte con tu vida de adulto independiente —Johnny se recargó en el marco de la puerta. —Si tienes un problema me llamas sin dudarlo.
—Tengo uno ahora mismo.
—¿Cuál?
—Tal vez te voy a extrañar.
Ambos se miraron unos segundos y Johnny dió un paso adelante juntando sus labios con los de Doyoung en un corto beso de apenas un par de segundos.
—También yo —dijo después de haberse separado.
—Hyung —Doyoung se veía feliz y sorprendido. —Cásate conmigo.
—Nos vemos.
Doyoung sabe que Johnny ya cayó rendido.