Veintidós años y Johnny está cumpliendo treinta.
Toda su familia se encuentra reunida en la casa del mayor, riendo y celebrando mientras recuerdan viejos momentos de cuando Johnny era tan solo un adolescente que necesitaba un trabajo.
Pasó de ser niñero de un niño que le sacaba canas verdes a mano derecha de un gran empresario, fue un avance para el.
Y lo mejor es que entre todos se encontraba Doyoung, su novio.
—Necesitamos una foto de recuerdo —YangMi, madre de Johnny, sacó su cámara instantánea mientras la familia se reunía alrededor del chico, obviamente Doyoung siempre a su lado. —Todos sonrían.
—¡Ah, esperen! —Doyoung paró a todo mundo y acercó su mano hecha puño hacia Johnny.
—¿Polvo pica pica de nuevo? —Johnny ya iba a llorar pero su novio negó.
—Hyung —Doyoung desdobló su mano dejando ver un par de anillos. —Cásate conmigo.
Todo mundo se quedó sorprendido, más que nada porque planeaban que fuera Johnny quién hiciera esa propuesta y aún más porque no parecía propuesta, si no una orden.
—Acepto —Johnny tomó ambos anillos y solo se colocó uno. —Ahora mi turno. —se arrodilló frente a su futuro esposo con una sonrisa y el anillo en manos. —¿Te casarías conmigo?
—La pregunta ofende —Doyoung rodó los ojos.
—Di que si o te pido el divorcio.
—Claro que si quiero, amorcito corazón —respondió con sarcasmo pero eso fue suficiente para Suh.
Definitivamente Doyoung estaba loco, pero le gustaba.