Correo fantasma

3 0 0
                                    

Buenos días;

Lamento el saludo tan frío pero me pareció hipócrita decirte querido, también me pareció una hipocresía preguntar si te encuentras bien ya que realmente no tengo interés en saberlo.

Sé que habíamos planeado vernos hoy, y me gustaría inventar una excusa razonable para justificar mi ausencia o decir siquiera que lamento no poder ir; pero nunca me ha gustado mentirte, incluso después de todas las veces que tú me mentiste, así que me pareció mejor explicarte porque no iré a verte hoy ni nunca.

Antes de que empieces a reclamar que soy una inmadura como solías hacerlo cada que me negaba a hacer algo que tú querías; te digo que tomé esta decisión con la mayor madurez posible.

No pienso ir a verte por mi salud mental, ya causaste demasiados estragos en mí y la citas con el psicólogo no son nada económicas como para echar a perder todo el progreso que he tenido solo para cumplir el capricho de quererme ver.

No confío en tí pero sobre todo no confío en mí, porque reconozco que siempre has tenido una gran facilidad para dominarme y yo para dejarme dominar por ti, sé que cuando trates de tocarme no me alejaré y entonces volveré a estar pérdida.

No quiero hacer un escándalo en público, ya pasé mucho creyendo que era una dramática exagerada y no necesito que decenas de desconocidos crean lo mismo de mí. Pero sé que apenas te vea empezaré a gritarte todas mis culpas y entonces me pedirás perdón mirándome con esos ojos suplicantes y no podré contener mi llanto.

Estos meses lejos de ti han sido una tortura y no necesito tentar a mi suerte ya que verte es para mi, lo que es para un ludópata en rehabilitación ser invitado a un casino; fuiste mi droga favorita y es que amarte fue la más terrible forma de autodestrucción.

Me llevaste al abismo y luego me repudiaste por no tener el valor de saltar, repúdiame ahora porque no estoy dispuesta a correr el riesgo una vez más, repúdiame y aléjate de mí como lo has estado haciendo todos estos meses en lo que le rogaba al cielo, el universo o a cualquier entidad que volvieras a mí.

Dicen que el universo te da lo que pides pero en mi caso me lo concedió cuando ya no lo deseaba, cuando ya no te necesitaba. Quisiera decir que agradezco a la vida por conocerte y sacar una reflexión constructiva de todo lo que vivimos pero como construirme con algo que solo me hizo cenizas.

No vuelvas a buscarme, te lo ruego, ten piedad del alma que dejaste echo pedazos y que está buscando revivir. Te llevaste mis ganas de seguir adelante y las convertiste en ganas de seguirte a ti, al fin estoy retomando mi camino y no necesito que vuelvas a cegarme para guiarme tras tu sombra.

Jamás llegamos a despedirnos como se debía, tu solo me dejaste en aquella habitación mientras te rogaba que regresaras sin respuesta alguna, aún luego de horas seguí en esa cama esperando que volvieras y entonces podría pedirte perdón. Ahora que lo pienso es irónico que la que siempre pedía perdón era yo, incluso cuando yo era la víctima pedía perdón por no ser lo suficientemente fuerte para dejar de serlo.

Como sea; esto no puede seguir así, no puedo seguir asi, te pido que tomes este mail como una despedida definitiva. Un cierre al infierno que nos hiciste vivir, solo puedo agradecerte el haberme dejado ya que yo jamás me hubiera librado de ti por mi cuenta, ahora tengo la fuerza para echarte de mi vida y espero seguir teniéndola para no dejarte volver jamás.

Tal vez ahora deseo tener la fuerza para enviarte esto, tal vez deseo tener la fuerza para reclamarte cada uno de tus errores pero tengo en cuenta que podría jamás tenerla; hoy solo no te veré pero tampoco te daré una explicación para eso, no tengo el valor de siquiera decirte que no a algo. Aún ahora no tengo el valor de negarte nada así que solo me volveré un fantasma para que nunca puedas volver a encontrarme.

Sin nada bueno que desear,
Neferet

Relatos Para Una Noche de InsomnioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora