El monstruo al lado de tu cama

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Las calles estaban húmedas luego de las tantas horas de lluvia, sonreí para mis adentros ya que sentía que el clima se acoplaba a mi estado de ánimo. Caminando apresuradamente cuidando de no resbalarme en la acera llegué a lo que en su momento fue un imponente edificio y ahora no se reducía a más que un lugar descuidado lleno de departamentos.

Y pensar que había tenido que llamarlo "hogar" durante tanto tiempo, subí rápidamente las escaleras, pues el ascensor había estado fuera de servicio los últimos años, me encontré frente a nuestro departamento y sin pensarlo dos veces entre en él. 

El aroma a él seguía en el ambiente y con mucho pesar noté el desorden que tendría que acomodar esa misma tarde, no podía quedarme mucho y lo que no llegaba a guardar se iba a la basura.Rápidamente empecé con el trabajo, conteniendo mis sentimientos cada vez que desechaba una de nuestras tantas fotos que llenaban el lugar, los recuerdos iban pasando por mi mente al ver los lugares y las expresiones inmortalizadas en cada fotografía que me limité a desechar, no las necesitaba y aunque no me hacía feliz dejarlas no debía cargar con ellas. 

La habitación fue el ambiente más difícil de vaciar, la oleada de emociones fue abrumadora y apelé a toda mi fuerza de voluntad para controlarme, yo ya no podía sentir por él, él ya se había ido.Volví a mi tarea de guardar libros, ropa y edredones; pensar en las cientos de cosas que habían presenciado estas paredes logró hacerme derramar la primera y única lágrima que soltaría en su memoria. 

La limpie rápidamente enfocándome en el poco tiempo que me quedaba para vaciar todo el departamento.Llevé todas sus pertenencias a la bañera, mientas me repetía que los recuerdos solo harían de esto un proceso mucho más tortuoso de lo que ya era, en un arranque de ira les prendí fuego cayendo de rodillas frente a las flamas, cubrí mi rostro y esperé a que todo se hiciera cenizas. 

Mi mente se trasladó a ese día, el fuego cubriendo las paredes, las risas macabras de fondo, el olor a carne quemada y sus gritos pidiendo que me acercara a él; no lo hice.Salí corriendo de allí a la primera estación de policías llorando por ayuda que llegó demasiado tarde. 

Volví en mí y salí de aquel lugar, ya que el olor a quemado se volvió insoportable y el humo no me dejaba respirar, abrí la regadera y las cenizas se fueron por las tuberías. Era mejor así.Sin analizar mucho nada metí mis cosas en cajas pequeñas, tenía que salir del país o ellos vendrían a buscarme.

 Realmente no quería irme, había tantas cosas que me ligaban aquí, tantos momentos que habían pasado en este departamento y mañana por la mañana sería como si nadie nunca hubiera puesto un pie dentro de él. 

Subí todas las cajas al auto, le di una última mirada nostálgica a ese gran edificio y me subí yo también.Manejé sin rumbo y ya en la lejanía del bosque solté a reír como hacía ya mucho no lo hacía, había estado aguantado la carcajada en el departamento pero incluso alguien como yo debía guardar cierto respeto por las situaciones. 

Mi mente voló de nuevo al incendio, él me había encontrado con todos los cuerpos desmembrado, una chica tan pequeña como yo no hubiera podido hacer aquello pero nadie tenía idea de lo que podía causarme la excitación al matar, la adrenalina era tanta que incluso con mi pequeño cuerpo podía sostener el doble de mi peso. 

Fue fácil culparlo de todo, solo éramos él y yo en esa cabaña pues era imposible sacar una declaración de los cuerpos inertes, había sido muy cuidadosa al momento de inculparlo.Incluso mantuve mi papel de novia atormentada en el tribunal, cuando me llamaron a testificar juré por un dios en el cual no creo y rompí en un llanto desesperado bajo la mirada del incredulidad del que me llamaba "amor de su vida".

No hubiera creído jamás que la mujer con la que compartía cama sería un monstruo capaz de asesinar a sangre fría y al mismo tiempo decir con tanta convicción que lo amaba.Ahora debía salir de esa ciudad lo más pronto posible, cuando lo lleven a la silla eléctrica y él de su último respiro entonces tal vez..se sepa la verdad, pero ya estaré muy lejos como para que puedan atraparme.

Relatos Para Una Noche de InsomnioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora