Perfecto engaño [ En proceso]

Capítulo 13

La orden

SAMAY

El camino de casa a el aeropuerto fue más rápido de lo esperado, después de haber preguntado sobre el nombre de nuestro destino, dentro del auto se hizo a un completo silencio, ninguno de los dos emitió palabra alguna; hasta que llegamos a la pista privada. Los dos bajamos del auto, yo solamente con un asentimiento con la cabeza saludo al capitán pasando por su lado para subir primero al jet privado, Antón le dice algunas cosas y se une a mí después. Algunos segundos después de subir la compuerta se cierra dando paso al despegue, el interior del jet es frio, pero tampoco tanto como el que sentí al estar unos segundos afuera en la pista. Veo a Antón deshacerse de su abrigo pasando por mi lado en el proceso de camino a su asiento, mirando algo en su celular. Por otro lado, yo me encuentro atiborrándome de sushi mientras miro un documental de animales salvajes, ya que tengo una fascinación por los animales únicos y salvajes, mi vista se desvía cuando la azafata aparece con un diminuto traje inclinándose sobre el llenando si taza de café, por lo que sus senos y todo de ella estaban sobre su cara. Y claro que el estando a su altura no desaprovecharía la vista.

-¿Crees que por poner los senos encima ya lo tienes?- le pregunto mientras camino hasta dónde están y me paro aun lado de él acariciándole su cabello, para después sentarme en su regazo, a lo que como todo cuerpo reacciona tensándose más de un hombre si hablamos de ello, viniendo de él no me sorprendería ya que ni se lo hubiera imaginado si quiera, siento como su miembro se endurece ante mi cuerpo, no me sorprende lo que me sorprende es que no hay ni una pisca de molestia en su cara mientras tome posesión sobre el- ¿Crees que eres lo suficiente linda como para que te folle aquí mismo estando yo?-le doy una sonrisa, mientras veo como la chica que se ve más mayor que yo, retrocede y me mira como si no supiera lo que digo-No te lo digo a mal, eres hermosa, tienes un cuerpo envidiable, solo me da curiosidad saber lo que piensan las mujeres como tú que se le insinúan o aparentar ser algo por conseguir solo un polvo con personas como él-le digo mientras siento como una de las manos aprieta mi pierna, tal vez me está diciendo que me detenga o tal vez no pero no es algo que me importe en lo absoluto- Es divertido ver que piensan que obtendrán más que eso cual la realidad es que no, ya lo veras.

Tras decir aquello me levanto desasiéndome de la mano de Antón, que probablemente me haya deja una marca notoria, camino hasta la chica, hasta estar a escasos centímetros de ella. Ella ni se inmuta cuando comienzo a desabrochar los botones de su camisa azul, a pesar de no moverse veo como su piel se eriza ante mi acción. Una vez de a ver la despojado de su camisa y de su sostén con su torso desnudo, desciendo una de mis manos hasta sus senos donde pariente con mi mano su pezón.

De su parte recibo un jadeo cuando lo aprieto más. A pesar del dolor que le provoco, porque lo aprieto cada vez más ella no se mueve. Cuando mi mano se dirige por debajo de su falda, siento como ella alza sus caderas dándome más espacio, tampoco es como si fuera muy larga su falda si se puede llamar así. Cuando alzo para verla con una sonrisa siniestra, veo en sus ojos azules, deseo.

Veo deseo, más deseo del que se veía reflejado antes ante los ojos de mi pelirrojo.

-Samay-me reprende Antón con un gruñido, queriendo llamar mi atención, a la que no le presto ni la mínima.

-¿Qué?, porque me gruñes querido si ella está aquí para complacer a los pasajeros? ¿O no?

Puede verse mayor que yo, pero eso no quiere decir que influya poder sobre ella.

-Así es señora.

-Señorita, no estoy casada, bien-le digo tomándola de la mano, ante la atenta mira de Antón-ven conmigo linda, la tomo caminando hacia la cabina con Antón detrás nuestro, se me escapa una sonrisa maliciosa al ver su acto, cuando nos sigue, pero él no está en mis planes, a pesar de caminar rápido no consigue alcanzarnos-Cierra la puerta.