Capítulo 16

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Was glaubst du wer du bist?


SAMAY

Había pasado una semana desde que salimos de Alemania y regresamos a Feltwell.

Desde ese día Etinne y Eider se turnaban para cuidarme a pesar de haberles dicho que no lo necesitaba que Antón me podría cuidar, a lo que ellos se negaron rotundamente hasta que al final tuve que aceptar a regaña dientes, los días se basaban en Etinne en mi casa cuidándome, contándome chistes, tratando de hacer algo decente de comer, se iba cuando me quedaba dormida, al contrario de Etinne, Eider solo venía a ver si estaba bien me limpiaba y curaba las heridas, se quedaba conmigo hasta que me quedara dormida podía sentir como se la pasaba horas mirándome como si estuviera contemplándome hasta que al despertar por la mañana lo veía sentado en la cama hablando con alguien para después dejar un beso en mi frente e irse.

De Egan no sé nada la última vez que lo vi fue en el jet y ya no he visto desde entonces. Con respecto a Antón solo cruzamos palabras si es necesario, cuando está cualquiera de los hermanos se encierra en su habitación o sale de la casa, evitando verlos o viceversa. Si los hermanos no están se acerca a mí para hablar respecto a la Orden o la Mafia dándome información sobre cargamentos, avances del médico, etc.

Me encuentro justamente en el salón prestándole atención al maestro, hoy nada más tenía dos clases así que no sería un día largo, tomo apuntes y escribo lo que quería para la siguiente clase. Salgo del salón encontrándome con Antón en la cafetería. Nos encontrábamos en la fila esperando nuestro turno, después de esperar, es nuestro turno de pedir nuestra comida , mientras lo hacíamos unas chicas llegaron y me empujaron, algo que me pareció extraño, le hago unas señas a Antón preguntándole si sabía lo que pasaba, este solo niega encogiéndose de hombros.

Caminamos hasta una mesa vacía, nos sentamos en silencio hasta que fue interrumpido por dos tipos que se sentaron enfrente de Antón y la chica a la par mía.

-Así que tú eres Samay, ¿no es cierto? - pregunta la chica que estaba junto a mí.

-No lo sé depende de quien lo pregunte -  digo dándole un trago a mi jugo de uva.

-Tu eres la puta de los Romanov, de la que todos hablan- dijo el uno de los tipos mientras se reía y tomaba mi jugo.

-Dime, ¿Cuánto te pagaron por fingir? por qué a leguas se ve que eres una puta barata- dijo la chica en voz alta para que todo la escucharan, algunos estaban viendo la escena atentos, otros se reían y otros me miraban con asco.

-Oye que vulgar eres para ser refinada no, creo que se te salió lo de barrio- digo burlándome de ella, escuchando a mi alrededor las voces de sorpresa, enserio estos idiotas creían que no me defendería de una niñita mimada.

Para mi sorpresa la niñita no se dejó y me dio una cachetada volteándome la cara. Se escucha el asombro de parte de las demás personas. Yo solo me comencé a reír porque no sabía con quien se había metido para su mala suerte.

-De que te ríes perra, ¿estás loca acaso? – Antón trato de pararse, pero los dos tipos lo devolvieron a su asiento enseguida, sabía que si le daba alguna señal Antón los acabaría, pero en dónde quedaría la diversión.

Me era divertido, pero estaba molesta a parte me habían insultado los tres y no lo dejaría pasar.

Agarro la bandeja de la comida y la estrello en la cara de la chica que estaba junto a mi haciéndola caer al piso a lo que los dos tipos corrieron hasta ella a ver como se encontraba. Uno se dio la vuelta y me miro furioso.

Perfecto engaño [ En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora