- Kaiba.... Kaiba!!
- Lo siento, estaba con otra cosa en la mente - se excusó el mayor por su falta de respeto.
- Uff... - suspiró molesto- ¿desde dónde me toca repetirte?
- Desde el inicio...
- Sabes que si tienes cosas del trabajo, puedo ayudar, me explicas e intento hacerlas para que estés algo más libre - dijo Jonouchi preocupado.
- No es sobre el trabajo...
- ¿Entonces?, ¿estás enfermo? - preguntó preocupado mientras le tocaba la frente.
- No, no lo estoy - dijo mientras tomaba la mano del menor y la retiraba de su rostro- continúa con lo que me explicabas.
- Mmm está bien - no muy convencido- te decía que podríamos hacer "Juego de Monstruos Baby", el juego de monstruos convencional es para público algo mayor, pero he visto como los más niños quieren participar. Obviamente no puede ser violento, lo pensaba más lúdico y educativo. Si la idea funciona, también se pueden vender peluches o figuras de acción para ese público.
- No me parece descabellada la idea- expresó con sensatez el castaño.
- ¡¡¿ Cierto?!! - dijo con entusiasmo el blondo- espera traigo uno de los diseños.
Vio al rubio pararse con prontitud y correr al cuarto, con la misma velocidad y descuido que un niño puede tener, se tropezó con la mesa y fue a dar en el pecho del CEO. Desde su altura vio a Katsuya sonrojado por el descuido y la pena; aquello fue el detonante para perderse.
Lo tomó del mentón y con un hambre voraz, comenzó a comerle los labios en besos. En aquel momento no le importó la reacción de Jonouchi, pero cuando sintió que el otro se aferraba a sus hombros y correspondía el beso, supo que pasaría una línea de no retorno.
El beso se profundizó inevitablemente, notando como el cuerpo sobre él se estremecía, ciertamente el castaño nunca había tenido un acercamiento tan íntimo con nadie, el rubio jamás había pensado en eso, con los problemas en casa, su hermana y el duelo de monstruos, era algo que había pasado a segundo plano. Sin embargo, ambos se estremecieron por aquel beso, Jonouchi trató de alejarse pues la respiración le hacía falta, pero el castaño lo tomó por la cintura evitando se alejara.
- No te será fácil huir, hazte responsable de lo que ya iniciaste.
- ¿Yo lo inicie? - inevitablemente el rubio se sonrojo tratando de alejarse
- Tú caíste sobre mí- volviendo a tomar sus labios notando como la entrepierna del rubio se abultaba chocando con la propia.
Jadeos salieron de ambas bocas, sin más, Kaiba recostó en el sofá al rubio comenzando a acariciar la tersa piel de su perro fiel.
- E... espera Kaiba, no podemos hacer esto-
- ¿Por qué no? ¿Te avergüenza acaso?
- No seas imbécil, no me avergüenza, es que ambos... somos hombres y hasta hace no mucho eras mi peor enemigo y ahora eres mi tutor, no se supone hagamos esto.
- ¿Y quién determina qué podemos o no hacer? Solo cállate, tú dices que no pero esta parte dice lo contrario - acarició el miembro del rubio sobre la ropa, inevitablemente el rubio se estremeció.
- Mng...ah k...Kaiba no...
- Mi nombre no suena nada mal, vuelve a decirlo- el escuchar su nombre con la voz temblorosa y excitada de Jonouchi le excitó aún más, provocándole y haciéndole perder la cordura.
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A mis espaldas
FanfictionKatsuya Jounuichi y Seto Kaiba siempre han tenido aspiraciones y puntos de vista diferentes. Sin embargo, un acontecimiento los llevará a estar juntos y aprender el verdadero significado del amor y el sacrificio. Esta pareja pasará por duelos, separ...