CAPÍTULO 10: Público

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Atrapó los tersos labios de su compañero en un pasional beso, el cual, fue subiendo de intensidad conforme el éxtasis y la necesidad de poseer al otro iban aumentando.

Lentamente se permitió acariciar el torso del blondo pasando su mano por debajo de su camisa, haciendo que este se estremeciera cuando llegó a sus rosados botones, acariciándolos de una forma calmada y seductora, notando lo complacido que estaba su amado al notar como dejaba escapar un largo y tranquilo suspiro.

– Mnh...

Sin más levantó su camisa dejando su torso al descubierto, sin pensarlo más rompió el beso y bajó hasta su pecho, donde atrapó uno de sus botones jugueteando con ellos alternadamente, estos comenzaron a endurecerse y la piel del blondo se erizo.

– Amnh...aah

La mirada miel sobre el castaño, era profunda y el ligero sonrojo de sus mejillas le daba un toque entre tierno, tímido y a la vez sensual.

– Cada vez me encantas aún más...

– Eso lo dices para lograr tu cometido– comentó Katsuya ofendido.

– Digo la verdad– rectificó Kaiba quien continuó bajando por su abdomen hasta llegar a su ombligo, el cual, lamió lentamente ocasionando que el miembro del rubio despertara por completo.

– Aaah... Seto... e...espera.

Este hizo caso omiso bajando hasta sus pantalones donde el miembro del rubio ya luchaba por liberarse. Sonrió maliciosamente y sin más, dio un ligero mordisco sacando un fuerte gemido de la boca de su cachorro.

– AHHH!!! Amng...a....apresúrate - dijo un poco desesperado por sentir el toque del castaño en su entrepierna.

Lentamente lo despojó de su pantalón y bóxer dejando salir la hombría del rubio completamente despierta. Con sus dedos tocó lentamente su glande, el cual, ya estaba húmedo y pegajoso por el líquido preseminal.

– ¿Qué tanto me deseas? – quiso jugar el CEO.

– Ya, lo sabes... no preguntes eso...

– Si no me dices no continuaré.

Las mejillas del blondo se enrojecieron más si eso era posible y ocultando su rostro bajo sus manos finalmente lo dijo.

– Te... te quiero dentro de mi.

– No seas impaciente, todo a su tiempo– sonrió divertido ante la urgencia del blondo.

Sin más metió en su boca la rosada erección del blondo, comenzando a lamerlo, subir y bajar mientras con su mano acariciaba su entrada, la cual, se contraía deseosa por algo más. Eso complació al castaño, sin embargo, disfrutó el momento, acercando sus dedos a la boca de su cachorro buscando que los lamiera para poder prepararlo. El ojimiel nada perezoso, los comenzó a lamer seductoramente, provocando en demasía al mayor.

El sentir la lengua del blondo lamerle de esa manera, provocó que su propia erección comenzara a doler sintiendo la presión que su pantalón ejercía sobre ella; por lo que aumentó el ritmo de la felación mientras sacaba sus dedos de la cálida boca del rubio para poder introducir el primer dígito, provocando que de la boca del cachorro saliera un fuerte suspiro de placer.

Tras unos cuantos minutos, introdujo el segundo dígito, sin embargo, el rubio no soporto más y se vino llenando con su semilla la boca de CEO, el cual, lo trago todo sin chistar, haciendo que el blondo se avergonzara más.

– No te comas eso... – exclamó jadeando.

– ¿Por qué no? Es delicioso– pronunció mientras se relamía. Continuó estimulándolo con sus dedos, las caderas del blondo comenzaron a moverse por sí solas dando a entender que necesitaba más que solo sus dedos.

A mis espaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora