Capítulo 12

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■■ATENCIÓN■■
Aquí empiezan los capítulos cortos no tan cortos. Tal vez tenga entre 500 y 1000 palabras. Por si se preguntan. Si no me siguen en tiktok, les pido por favor que me sigan. Ahí les estaré avisando si hay nuevas historias o novelas. Y tal vez vean unos "pequeños" trailers de mi trilogía que obvio no hago todavía y de una serie animada. Por mientras, dejo el link en mi biografía. Si no jala, aquí les dejo como me llamo.
@technosam0201.

Gracias por su atención

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Gracias por su atención.
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Narrador.

Han pasado 10 horas. Para no hacer el cuento tan largo, hubo una gran pelea contra OMS y sus hombres. Los que pelearon más fueron los norteamericanos y ahora estaban en el hospital.

—No recuerdo que el gringo tuviera los ojos así— exclama Rusia con los brazos cruzados.

—¿Así cómo? ¿Ojos de diferente color? — Canadá lo miraba curioso. El ruso asiente.

Australia y Nueva Zelanda entran con bocadillos para todos. El lugar se sentía tranquilo y pacífico. Los médicos revisaban a los chicos. Más a Usa, ya que, él recibió más golpes.

—Tiene lindos ojos—menciona Perú.

—Mmjmm.

—¿Tú ya sabías que los tenía así?—mira a México. Este asiente.

—Sí. Aveces le digo que se vería mejor sin ellos. Pero no me hace caso.—deja de hablar y come.

Todo estaba siendo tranquilo, voltean al escuchar la puerta abrirse. Era egipto, al parecer estaba acompañado por Arabia Saudita.

—¿Qué se les ofrece?—los mira el alemán.

—Sólo dejar esto.—deja unas botellas en una mesa.

—Bien, ya lo dejaste, ahora largo.

—Uy, que carácter.

Ambos salen de ahí. No sé como explicar, pero el tiempo que estuvieron ahí, fue amistoso y divertido. Que pasan las horas. Dos días después, dejan salir a los chicos, después de unos días largos cada quién se va a su casa acompañado.

—Bien grandote—Mira el mexicano al ruso—¿gustas comer?

Este asiente sonriendo. Caminan, toman una pecera/bus/autobús. El de sangre azteca venía platicando emocionado, mientras el soviético solamente prestaba atención en silencio. No importaba responderme algunas preguntas también. Le agradaba el mexicano y viceversa. Ese día no puede ir peor.

Con usa y Perú.

—¿Ya te sientes mejor?—le da un té de manzanilla. Se sienta junto a él.

—Sí, ya mejor—sonríe—Thanks.

Perú sonríe, agarra el control de la televisión y la prende. Ve que sale en un noticiero algo que paso en las oficinas de ONU.

—Oh shit. Ahora todos preguntar sobre eso después. —se cruza de brazos.

—No te preocupes.

—No, todos me echaran la culpa sabiendo que yo no hice nada.—mira a Perú algo triste.— todos me consideran un tipo malo.

Perú solamente se digna a suspirar. Lo abraza y le acaricia el cabello. Empieza a tararear una melodía que su madre le había enseñado.

—Mejor descansa.

Usa no dice nada y empieza a quedarse dormido junto a Perú. El chico agarra la cobija y los tapa a ambos. Se acomoda e intenta dormir. Pasan las horas y ambos descansan.

En otro lugar.

—¿Estás seguro de esto, hermano?

—Claro que sí. Relájate. Mientras papá no nos moleste, seguiremos con el plan de estar de vacaciones—sonríe y le acaricia el cabello.

—Bien.—ríe.

Los cinco caminan yendo a ver toda la ciudad. Estaban fascinados. Pero, ¿Quiénes son estas personas? ¿Vienen con buenas intenciones o no? ¿Qué era esas botellas que dejo egipto? Cuales sin sus teorías.

Bad Romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora