Capitulo 16 - Dancing Near The Fire

123 10 2
                                    

Cordelia

El calor era insoportable notaba como caía gotas de sudor por mi cara, me imagine el mal aspecto que tendría con toda la rapa sudada y el pelo revuelto, pensé que después de dos días de camino parecería por lo menos una vagabunda; pero Leo no tenia mejor pinta que yo, su pelo castaño estaba desaliñado y su típica sonrisa en la cara había desaparecido, lo único que podía ver del verdadero Leo en ese momento era los lunares que más lo caracterizaban. Ambos llevábamos la ropa casi hecha jirones y las quemaduras que había en nuestro cuerpo tenían un color demasiado rojo. En dos días habíamos conseguido pasar de estar limpios y aceptables a parecer meros pordioseros.

Había visto pasar edificios que en su momento fueron grandes destruidos y en ruinas, siempre que veía eso acababa por preguntarme cuanta gente había muerto allí, igualmente casi se podían contabilizar, millones de huesos calcinados se cernían sobre nosotros, varias veces había tenido que aguantarme el vomito al verlos pero había acabado por solo sentir pena. Pensaba que tal vez uno de esos fuese mi hermano mayor, el que despareció, en realidad rezaba por que fuese uno de esos huesos de niños que nos encontrábamos continuamente, la vida que teníamos tras las bombas no era buena y no se la desearía ni a mi peor enemigo y menos a mi hermano.

Tras varios días de desesperación en el camino divisamos la cúpula, estaba tal y como había estado tan solo unos meses atrás ¿había pasado tanto tiempo? se había pasado tan rápido… Leo se estremeció al volver a ver la cúpula, sabía perfectamente lo que pensaba así que me acerque a él cogiendo  su mano para darle ánimos, a veces sus pensamientos asaltaban mi cabeza y no podía evitar escucharlos. El y yo casi éramos inseparables, ahora más que tendría que hacerme pasar no solo por su salvadora sino como su novia, ese dato nos lo dieron nada más salir, les parecía dramático que él se enamorase de la persona que lo salvo, a mi mientras tanto me parecía realmente una estupidez. Pero aun así el era especial, no tan solo por sus poderes siniestros que me podían incluso freír el cerebro, pero me daba igual, sabía que él no me dañaría, aunque suene bastante cursi. Caminábamos agarrados el uno en el otro, andar se hacía como una aventura. John, el líder de la base había mandado a lo que le llamo guerreros de avanzadilla, iban con nosotros supongo que para no perdernos, tenían deformaciones menores, como destrozos en sus caras o falta de un dedo del pie; uno de ellos era alto y de piel oscura por lo que había escuchado la única deformación que tenia era que le habían tenido que cortar su parte intima, el pene para aquellos que solo entienden de mal habladurías. La otra era una mujer ya entrada en los 40 con una gran cicatriz que recorría toda su cara y con un ojo que debía de estar ciego por el color blanco que tenía en su totalidad. Además ellos dos casi no hablaban, lo máximo que nos decían a Leo y a mí era "Come" "bebe" y "andar mas rápido", lo sé, unas palabras larguísimas.

Horas después de la primera división de la cúpula llegamos a la única de las puertas en la que había gente vigilando en todo momento, nuestras niñeras se despidieron de nosotros claro, que si a despedirte te refieres y un abrazo y un ten cuidado lo que ellos hicieron ni se acercaba en eso, no hicieron más que mirarnos e indicarnos con la mano el que hacer, un gran esfuerzo por su parte. Cuando nos alejamos de ellos caminamos hacia la entrada, mire a Leo haciendo el esfuerzo de poder hablar con el mentalmente al menos para que no nos descubrieran ahora que estábamos tan cerca de conseguirlo.

                - Nosotros podemos Leo, se que vamos a conseguirlo - dije en la mente de Leo y el automáticamente me dirigió la mirada con la cara seria, y mirándome con un asentimiento - Para hablar conmigo solo tienes que pensar que decirme

                - ¿es así de fácil? - sonreí levemente al oír la voz suya después del viaje tan duro que habíamos tenido

                - Si Leo, solo tienes que hacer eso para comunicarte conmigo y si estoy distraída solo piensa mi nombre y yo te escuchare - se lo asegure mirándole a él y rápidamente a la puerta que cada vez estaba más cercana a nosotros

DumaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora