Capitulo 9. A diferent Trials

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MARK

Habían pasado unas horas hasta que el último de ellos había entrado, me había quedado solo en la enorme sala, Tessa y Thomas habían salido de ella tiempo atrás y Josh me había dicho que esperase a la salida del primero de ellos. No había llegado a ser amable con los nuevos, normalmente no lo seria tampoco pero esta vez se me acumularon demasiadas cosas en la cabeza. Nunca pensé que esta misión fuese tan complicada y que me traería tantos dolores de cabeza. Mi hermana había muerto en esta misión, la había visto caer desde el cielo como cuando antes se iba de cacería de patos, pero esta vez no eran patos era ella. La habían disparado, esos malditos guardias de la ciudad la habían matado y no podía dejar que quedase impune. Esa fue una de las razones por las que seguí con la misión, no para evitar que cogieran a los nuevos sino para que cuando estuviesen listos pudiese poner en marcha mi venganza. Cordelia sería útil, eso lo supe desde que la conocí sus poderes son muy útiles, y pueden ser utilizados mal si uno se lo propone. Ella sola podría convencer a toda la ciudad de lo que deseásemos y eso era algo que no podía desaprovechar. Ella además era una chica bastante impulsiva, me hacía gracia cada vez que me contestaba o insultaba, eso expresaba el mal genio que compartíamos, pero esa era una de las pocas cosas que teníamos en común, la otra era el proteger a nuestra familia, pero mi hermana estaba muerta y mi familia ya no existía, no tenía nada que proteger.

El silencio de la sala era sepulcral, ni una mosca se oía y ni siquiera los ruegos que emitían la gente que vivía allí y que tantas noches me habían atormentado ; a mí y a América. Cuando llegamos allí ella aun era una niña, estaba asustada y sabia que tenía que sobrevivir pero en las noches que pasábamos ella siempre temblaba y acababa acercándose a mí para abrazarme. Creo que eso la hizo ser fuerte, a medida que iba creciendo se volvió mas fuerte, nadie podía pararla cuando se enfadaba, solo yo. Y me daba igual, en esos momentos había que ser fuertes y ella lo era. Los dos lo éramos. Desde que aprendimos a controlar nuestros poderes habíamos salido a misiones millones de veces mas difíciles que esta ultima y siempre habíamos salido ilesos de ellas. Pero esta vez no pudo ser así y no me lo puedo quitar de la cabeza. Intento ponerme serio, olvidar mis sentimientos pero al fin y al cabo sigo siendo humano y no puedo hacer eso.

Oí un ruido tras varios minutos de soledad, era Cordelia, iba vestida con un vestido blanco bastante ancho, su pelo chocolate había sido peinado y recogido en una coleta alta y sus ojos verdes parecían menos cansados que cuando habíamos llegado allí. Se lo que te hacían pasar dentro de esos lugares y a veces las pruebas no eran demasiado agradables, pero ella parecía en perfecto estado, con la misma expresión seria con la que la había conocido hacia tan solo unos días. Se acerco hacia mí, venia de manera decidida como si algo me quisiese decir pero yo me levante antes, caminado hacia ella y ayudándola a sentarse.

            - ¿Cómo ha ido todo? - La pregunte cuando ella ya estaba sentada en la silla, sus ojos verdes se clavaron en los míos, no sabía si querría hablar de ello, yo no quise así que lo comprendía

            - ¿aparte de que me han clavado millones de agujas, puesto en rayos X y sacado sangre hasta dejarme prácticamente seca? - alzo las cejas mientras me miraba y se rio un poco- estoy bien

            - Se lo que es eso, pero ya casi a acabado

            - ¿Casi? ¿es que hay algo más? - Me miro con sus ojos muy abiertos, me quede mirándola, estaba guapa, después de los días de camino hasta allí su cara había estado expuesta a todo tipo de viento, y cuando llego aquí no parecía la misma persona que había conocido durante mi estancia en la ciudad.

            - Ahora os harán usar vuestros poderes para ver hasta donde sois capaces

            - ¿y cuando nos dirán lo que han sacado de estas monstruosas pruebas? - Dice ella juntando sus manos y mordiéndose el labio

            - Pues… - me encojo de hombros, no recordaba exactamente cuándo nos lo dijeron, parecía que habían pasado siglos desde que eso me había ocurrido a mi pero no hacia mas de unos años.- supongo que en cuanto salgan todos os lo dirán

Ella asintió ante lo que dijo y se levanto al ver entrar a Leo por la puerta y corrió hacia él para abrazarlo. Ellos dos se habían hecho muy amigos desde que se conocieron. No estaba celoso, antes preferiría acabar en la cárcel antes de besarme con ella pero aun así ese chico me enervaba, era demasiado perfecto, demasiado adorable. Yo en cambio no era más que un borde, que siempre lanzaba malas palabras a todo el que se me acercaba. Ellos parecían muy felices, incluso pensé que podrían ser buena pareja aunque eran muy diferentes entre ellos  decían por ahí que los opuestos se atraen. Ellos estaban ahí abrazados a unos metros de mi siendo felices y yo pensando en que mi hermana había muerto. Cada vez que estaba solo es lo único que podía pensar. Ellos se acabaron acercando a mí. El no me caía mal pero tenía un aura que me ponía serio cuando se acercaba a mí.

            - ¿Cómo estás? - escuche a Cordelia decirle a el chico

            - Algo dolorido pero bien, mis lunares siguen en su sitio - Veo como bromea, pocas veces lo hacía pero a mí me hacia rodar los ojos, eran bromas tan malas que me daban ganas de patearlo.

            - Si, tus lunares siguen aquí - ella le toca uno de los lunares en su cuello y ambos se ríen mucho, yo en cambio solo quiero separarlos y enviarlos a cada uno a una esquina, me fijo en las manos de Leo, se veían las chispas en sus manos recorriendo sus dedos, estaba nervioso eso se veía kilómetros

            - bueno dejemos los lunares, sentaos lo necesitareis - Me acerque a la puerta prefería dejarlos solos a tener que aguantar a los dos juntos aunque por unos instantes quise llevarme a Cordelia conmigo.

            - ¿tu a dónde vas Mark? - Oí la voz de Cordelia en un grito, su mirada se había clavado en mi y sus cejas se arquearon como cuando algo la resultaba extraño

            - Fuera, ahora vuelvo- y antes de que pudiese contestar salí de esa sala dirigiéndome a una cercana en la que tenían a la chica rubia, Becky creo que se llamaba.

Los pasillos estaban con luces parpadeantes siempre que hacían pruebas similares necesitaban toda la energía posible. Los pasillos parecían aun mas tétricos de esa manera así que me dirigí sin demora hacia la sala de pruebas y allí estaba, la chica rubia tumbada en una camilla y la estaban haciendo esas pruebas horribles, peores de lo que yo recordada. Y entonces paso, un pitido largo que significaba un paro cardiaco me sorprendió. Las pruebas estaban matando a Becky.

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Aqui esta el capitulo 9. Esto pensando en escribir otra historia romantica pero ya vere como lo hago. El caso, darme todas vuestras opiniones y dar a me gusta.

Tardo lo que puedo en subir los capitulos porque mi imaginacion anda escasa estos dias y hago lo que puedo para que la historia siga bien.

Espero que os guste y decirme todo todo todo

DumaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora