Capitulo 2. Falling Pieces

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MARK

Esa chica, no me la podía quitar de la cabeza, ese pelo castaño y esos ojos verdes me habían cautivado, pero debía quitármela de la cabeza al fin y al cabo solo era una chica mas. la hora pasaba de la una de la tarde, miraba ese barrio, el más pobre de la ciudad y en el que más contrabando había; esa ciudad estaba infestada de cosas malas de gente muriéndose por las esquinas y ricos comiendo caviar en sus mansiones, pero no estaba tan mal como en el exterior. Miro a mi alrededor, oliendo los alimentos, acercándome a admirarlos; las verduras lucían maduras y buenas para comer y la carne parecía haber sido recién cortada; el problema era que esos productos me traían recuerdos, recuerdos de antes de las bombas cuando mi hermana pequeña y yo vivíamos con nuestros padres en la granja a las afueras de San Francisco; allí éramos felices teníamos nuestra fuente de alimento, teníamos amigos y además nos teníamos los unos a los otros, ahora no tenemos ni eso; yo tengo la gran suerte de tener a mi hermana y lo agradezco pero no todos tuvieron la misma suerte que yo; cada día me encontraba a una persona diferente con una historia similar; perdida de familia y el emprender un viaje sin rumbo en una búsqueda destinada al fracaso.

La ciudad tenía vida, al menos eso nos quedaba, pero yo allí no era bien recibido, nadie de los míos, lo cual era injusto éramos personas y nos habían dejado fuera a nuestra suerte; había conseguido juntar un grupo, un grupo de Dumanis que pudiese derrocar a los líderes de cada ciudad, y este era el primer paso, la familia Easton, ese era mi objetivo desde el principio, una familia que vivía de la pobreza de los demás y que merecían ser castigados, no malinterpretéis mis intenciones yo no pienso en matarlos solo darles una lección de humanidad y ya de paso darles un pequeño empujón para donar más dinero a las familias de la ciudad y para la ayuda de las personas del exterior, es una locura pero necesito hacerlo por todas las personas que necesitaban ese dinero.

- perdone, debe venir con nosotros - eso fue lo que escuche tras notar un agarre en mi hombro, se trataba de un hombre, de más o menos de mi edad, unos 20 años, pelo de color castaño claro y ojos azules, su expresión era seria

- ¿Quién me lo pide? - Solté mirándolo de la misma manera que él lo hacía, no iba a permitir que una persona me detuviese y más un normi cualquiera

- James Peters capitán de la guardia y está usted detenido - vi como sacaba las esposas, no podía permitirle eso.

Alcé las manos y me concentré mirando el suelo, necesitaba en ese momento usar mis poderes pero tampoco quería llamar demasiado la atención así que hice crecer del suelo una pequeña rama que agarro al capitán por la mano permitiéndome escapar; sentía mis piernas tensas y un breve cosquilleo atravesó mi espalda al pasar de nuevo por la tienda de la chica, no tenía a donde ir así que entre dentro con rapidez, no habían pasado ni dos horas y la tienda parecía diferente, esta vez los estantes estaban vacios a excepción de algunas pequeñas latas que por el aspecto que tenían estaba justificado que estuviesen ahí. A medida que me acercaba me di cuenta de que no estaba sola, una chica aparentemente de su misma edad con el pelo rubio algo más alta que ella estaba situada en frente suya, me quede tan fijo en la chica que me tropecé, parecía un inútil pero pensé que no me habían visto hasta que la oí reírse, la chica rubia me había visto y seguía mirándome con la mano delante de la boca como si no quisiese ver que se estaba riendo

- perdón yo solo... me tropecé - dije sin mas colocándome la ropa y adoptando una postura algo chulesca.

Entonces la vi, su pelo castaño era impecable, se había dado la vuelta para mirarme y sus ojos verdes se clavaban en mí, no sabía qué hacer tenía dos opciones huir y enfrentarme al capitán o quedarme y tragarme el orgullo y pedir perdón.

- venía a decir lo siento por lo de antes preciosa - la sonreí intentado parecer conquistador pero a ella no pareció importarle vi como levantaba con lentitud la ceja y se quedaba mirándome

- deja de llamarme preciosa, estúpido- se metió las manos en los bolsillos mirándome, sus palabras eran como flechas parecía que no había empezado con buen pie pero debo admitir que me gustan los retos en estos casos

- Mark, estúpido solo es para mis amigos, preciosa - inquirí mirándola quería saber cuál era su próximo paso pero en vez de eso escuche la voz de la otra chica

- ¡Yo soy becky! - la veía saludando con la mano y cuando la mire vi como su piel blanca comenzaba a tener un color rojizo

- ¡BECKS! no le digas tu nombre a este estúpido- mire a la chica, tenía una expresión de enfado

- Vamos Cordelia es un chico ¿Qué crees que te va ha hacer? ¿comerte? - se estaban mirando entre si hasta que oí suspirar a la chica

- así que... ¿te llamas Cordelia?- dije en medio de su conversación

- bórralo de tu mirada Mark estúpido o como te llames o si quieres puedo hacerlo yo - vi como se tapaba la boca, ¿esas palabras eran importantes? no entendía que tenia tanto asombro y que acababa de decir

- espera, así lo hiciste antes ¡ERES UNA DUMANI! - dije con una sonrisa incipiente en mi cara y con las cejas alzadas ante lo que acababa de decir. me había planteado esa opción antes pero ahora todo lo pensado cobraba sentido

- Espera ¿Delia de que está hablando? - vi a Becky, estaba temblando, parecía ser que nadie conocía el secreto de la chica

- no sé de que estás hablando - dijo en tono serio pero la temblaba la voz la única prueba que me hacía falta para corroborar mi pensamiento

- Antes controlaste a tu hermano y ahora insinúas que puedes borrar un recuerdo deja de mentir

- ¡Estas loco!

- un poco sí, pero soy como tú y tu hermano no te asustes-hice crecer una pequeña planta en mi mano en señal de que yo también era como ella - ves, no pasa nada

- Y si lo soy ¿Qué? no permitiré que se lo digas a nadie

- Chicos... - oí a becky en la lejanía pero estaba demasiado concentrado en la discusión con Cordelia, sabía que yo tenía razón y que podía hacer que ella me apoyase

- no puedes ocultarlo de por vida ¡es parte de ti!

- CHICOS! -becky seguía en su intento de llamar la atención hasta que vi a Cordelia girarse y mirarla

- ¿QUE LECHES QUIERES BECKS? - dijo en tono de enfado hasta que vio a Becky señalando a lo alto, el edificio que debía de atacar, pero si no estaba yo allí quien estaba

Oí pasos tras de mí y vi al hermano de Cordelia, llevaba guantes supuse que otros diferentes a los que quemó esa misma mañana, se acerco a su hermana poniéndole la mano en el hombro y mirándome a mí con las cejas arqueadas y acto seguido mirando al edificio. Minutos después de la llamada de atención de Becky se oyó una gran explosión pero no parecía una bomba, sino más bien una bomba de luz, acto seguido las luces de la ciudad se apagaron.

- Ya ha empezado - dije en tono serio- los rebeldes hemos entrado.

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Here It is, el capitulo 2, he querido que conozcais a un personaje nuevo.

Queiro acalarar varias cosas, la primera, ya hay gente que me han comparado mi historia con Puro, lo unico que hay parecido es la bomba y la cupula, segundo, no en todas las ciudades tiene que haber cupulas para poner un ejemplo seguramente San Diego tenga muros, como muchas otras ciudades menores.

me alegro de que os este gustando y por favor Votar y comertar con que os ha parecido o algo asi, y repito, si teneis una sugerencia o queja no dudeis en decirla.

Besos

DumaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora